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Llevaban desde 2008 sin luchar por el anillo. La franquicia del trébol verde se enfrenta ahora a Golden State Warriors. Aunque las apuestas no los consideraban entre los favoritos cuando la temporada empezaba, los cambios en la plantilla y en la gerencia, junto con un entrenador novato y un premonitorio tweet han demostrado que sí lo son.

Por Raúl Esteban

Boston Celtics, junto a los Los Angeles Lakers, son las franquicias más ganadoras de la historia de la NBA: cada una suma 17 campeonatos. Sin embargo, los primeros han tenido una vida reciente menos galardonada. Su último anillo lo consiguieron en 2008, cuando en sus filas contaban con jugadores incluidos entre los 75 mejores de la historia de la liga como Kevin Garnett, Paul Pierce y Ray Allen, además de un joven Rajon Rondo.

Con un proyecto completamente nuevo, y con varios cambios en el último descanso entre temporadas, los Celtics, en 2022, han vuelto para luchar por el anillo. Su rival son los experimentados y ganadores Golden Sate Warriors. Las apuestas dan vencedores a estos últimos. Sin embargo, la estadística avanzada da como favoritos a los de Boston, con un 80% de posibilidades, según el modelo de pronóstico de la FiveThirtyEight.

Lo curioso es que, si alguien dibujaba este panorama a comienzos de temporada, habría sido difícil de creer. Las apuestas los colocaban como decimotercer favorito a llevarse el premio Larry O’Brien, con equipos como los Atlanta Hawks o Utah Jazz, ambos eliminados en primera ronda, por delante de ellos. No es de extrañar, considerando que el equipo comenzaba el curso con sorprendentes e inesperadas noticias. Danny Ainge, quien llevaba 18 años siendo el General Manager del equipo, dejó su cargo y, el que hasta entonces era Head Coach, Brad Stevens, pasó a ocuparlo. Su primera decisión fue traer a alguien que ocupase el cargo que él mismo había dejado vacante. El elegido fue Ime Udoka. Como novato en el puesto de primer entrenador de una franquicia de la liga, su debut no ha ido nada mal.

Fuente: USA Basketball

Alberto de Roa, comentarista oficial de la NBA en español por el League Pass y colaborador en HoopsHype, asegura que Udoka le aportó al equipo “el extra de responsabilidad, de intensidad y de motivación que necesitaban los Celtics para estar donde están”. Discípulo de Popovich, tras haber formado parte de su equipo técnico en San Antonio Spurs durante siete años, y tener experiencias de tan solo una temporada, primero en los Sixers y luego en los Nets de Steve Nash, Udoka recibió la aceptación de los pilares del equipo: Jaylen Brown, Jayson Tatum y Marcus Smart, quienes lo conocían de su participación en el equipo de Estados Unidos.

Tras un mal inicio de temporada, ubicándose en el octavo puesto con las mismas victorias que derrotas cuando el calendario marcaba el 28 de enero, Boston dio un vuelco a su temporada. De hecho, tan solo tres días después, Jaylen Brown lo anunciaría en su cuenta de Twitter: “La energía está a punto de cambiar”, decía. Más allá de los cambios en gerencia y en el banquillo, la plantilla era bastante parecida a la del año anterior. La gran novedad era la vuelta del veterano pívot dominicano, Al Horford. Pero cuando el mercado de traspasos llegaba a su fin, el 10 de febrero, los Celtics anunciaron un par de contrataciones. Llegaban Daniel Theis y Derrick White, y se marchaban Schroeder, Kanter, Bruno Fernando, Richardson, Langford y Hernangómez. La intención era clara: recortar la rotación.

Funcionó. Los Celtics dieron un vuelco a la temporada, y terminaron segundos en el Este con 51 victorias y 31 derrotas. Se presentaron en los playoffs como la mejor defensa del momento y una de las diez mejores ofensivas. Con ello, completaron una perfecta rueda de venganza. En primera ronda se vengaron de quienes los habían eliminado la pasada temporada, Brooklyn Nets, venciéndoles en cuatro partidos. Luego fueron los Millwaukee Bucks, vigentes campeones y su bestia negra en la segunda ronda de 2019. Remontaron un 3-2 en contra y terminaron venciéndoles en un séptimo partido en casa. Y para llevarse la final de su conferencia, Miami Heat, con quien habían perdido en la misma instancia en 2020, fue la víctima. Tatum se llevó el premio Larry Bird al MVP de la final del este, pues los de Boston vencieron 4-3 en la serie.

Ahora se enfrentan a los Warriors, campeones del oeste, en la serie a siete partidos que definirá quien se lleva el anillo de la NBA. Como dice Alberto de Roa, “si Boston gana, evidentemente eso de la defensa gana campeonatos se cumplirá a la perfección en estas finales”. Lo que está claro es que la energía cambió.