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Cuando pensamos en la vejez, imaginamos que es una etapa donde deberían reinar la tranquilidad y la calma, donde deberíamos poder gozar de los frutos que sembramos con esfuerzo y trabajo a lo largo de nuestra vida. Sin embargo, gran parte de los adultos mayores en Chile hoy están lejos de disfrutar esta etapa, pues los elevados precios de los medicamentos que se van haciendo necesarios para su salud, comparados con las bajas pensiones que reciben, terminan transformándose en una verdadera pesadilla que se apodera la tranquilidad y la calma de la vejez.

Por: Antonia Esposto

El problema de las bajas pensiones con las que viven gran parte de los y las adultas mayores en Chile ya nos resulta familiar, según el estudio «Generación Silenciosa» del Programa de Conocimiento e Investigación a Personas Mayores (CIPEM) e impulsado por la Universidad del Desarrollo y la Caja de Compensasión Los Héroes, un 38% de adultos y adultas mayores declara que recibe ingresos menores a los 200 mil pesos. Asimismo, 1 de cada 3 adultos mayores (840 mil) declaran que sus ingresos no les permiten satisfacer sus necesidades básicas, porque no cuentan con ingresos suficientes y un 19% de los hogares compuestos solo por personas mayores tiene una preocupación permanente por no tener suficientes alimentos.

Sin embargo, a esta ya conocida problemática debemos sumarle una arista cada vez más común: los altos precios de los medicamentos que deben consumir para resguardar su salud en esta etapa de la vida. Con remedios que llegan hasta los 80 mil pesos, gran parte de los y las adultas mayores chilenas estarían gastando más de la mitad de sus pensiones destinadas a cubrir todas necesidades, únicamente en medicamentos.

En cuanto a las ayudas por parte del Estado, la Pensión Básica Solidaria de Vejez permitía, a quienes no tenían derecho a una pensión en algún régimen previsional , acceder a un monto de 176.096 pesos desde los 65 años.  Sin embargo, en febrero de este año, el beneficio fue reemplazado por la Pensión Garantizada Universal (PGU), que desde ese mes corresponde a 185 mil pesos, monto que se reajusta anualmente y/o cuando el IPC supere un 10%. Ahora bien, el Ministerio de Desarrollo Social estableció  en marzo de 2022 que la línea de la pobreza está en 194.488 pesos y la de pobreza extrema, en 129.659 pesos, lo que, en promedio, está dejando a los y las adultas mayores chilenas muy cerca, o en ocasiones incluso por debajo, de la línea de la pobreza, por lo que comprar medicamentos (que se hacen cada vez más necesarios con el paso de los años) es prácticamente imposible para gran parte de la población adulta jubilada en nuestro país. 

Teniendo esto en cuenta, un grupo de 10 diputados realizaron el pasado 30 de mayo una solicitud para que «el presidente adopte todas las medidas necesarias para que los adultos mayores puedan acceder a medicamentos a precios justos”, argumentando que si bien la Pensión Garantizada Universal vino a complementar los ingresos de las y los pensionados, en el mejor de los casos, contemplará un pago máximo de 185 mil pesos, lo que sigue haciendo muy difícil el poder acceder a sus medicamentos necesarios para vivir, teniendo en cuenta que dicho monto esá destinado a cubrir todas sus necesidades. 

De esta forma, es de esperarse que la solicitud presentada por el grupo de parlamentarios (que no cuenta con un plazo definido) ponga, real y efectivamente, este problema sobre la mesa, aún más hoy que el alza en los precios debido a la inflación económica se hace cada vez más evidente y la población de adultos y adultas mayores es cada vez mayor en Chile.

Imágen: Cochrane Iberoamérica.

Según la Superintendencia de  Salud, las principales enfermedades en adultos y adultas mayores de 60 años son:


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