Imagen: María Magdalena Ariztía

El ARFID  es un trastorno de la conducta alimentaria conocido hace tan solo nueve años en Chile. Sus síntomas tienen que ver con el desinterés, miedo o rechazo ante la alimentación, y afecta tanto a niños, como a adultos. Aún en el mundo se sabe poco del tema, pero existen centros, estudios, profesionales y experiencias, que sirven de ayuda para conocer más sobre él.

Por: María Magdalena Ariztía y Antonia Sanzana

Niños mañosos, padres frustrados, peleas familiares, adolescentes que no asisten a juntas sociales por la comida que va a haber, desinterés por alimentarse, rechazo a texturas y colores… Estos son algunos de los síntomas de un trastorno poco conocido en Chile, se trata del Trastorno evitativo/restrictivo de la ingesta alimentaria, más conocido como ARFID. Este afecta a niños, adolescentes y adultos. 

Extracto de entrevista a la psicóloga Consuelo Fuenzalida

En el país, el trastorno se conoce desde el año 2013. Su estudio se inició en Londres y en Chile son pocos los centros que actualmente trabajan con él, y la visualización con la que cuenta alrededor del mundo , es todavía insuficiente.

Pero… ¿Qué lleva a las personas a acercarse a centros médicos para pedir ayuda? El ARFID en niños, muchas veces genera desnutrición por el rechazo a una amplia variedad de alimentos.

Pero también, para los padres, la hora de la comida es todo un desafío. Muchas familias adoptan ciertos estilos de vida para ahorrarse peleas. Por otra parte, la razón por la que adolescentes y adultos piden ayuda, es porque comienzan a tener problemas para socializar, ya que la comida está presente en casi todos los encuentros, y ellos prefieren no salir de casa, a enfrentarse a situaciones incómodas.

Es habitual que este trastorno se desarrolle en personas que sufren de ansiedad, depresión o Trastornos Obsesivos Compulsivos (TOC). 

El ARFID es muy común en niños autistas. Jorge es un niño de 12 años, que está dentro del espectro. Su madre, María José Vargas, no sabía de la existencia de este trastorno cuando su hijo rechazaba muchas comidas. Cuando Jorge tenía tres años, comenzó con problemas alimenticios. Vomitaba casi todo. Para que engordara, María José le echaba azúcar a sus alimentos. Solo consumía galletas, pan, arroz y carne.

En el proceso de ser diagnosticado con autismo, María José le quitó el gluten, la caseína y el azúcar, que eran las cosas que más le gustaban, por lo que ampliar su dieta a otros alimentos significó un gran esfuerzo. 

Extracto de entrevista a María José Vargas

Ahora, el trastorno ARFID le hace sentido a María José, y considera que hubiese sido de gran ayuda saber de él cuando Jorge estaba pasando por las etapas más críticas en cuanto a la alimentación. Actualmente, está orgullosa de ver que su hijo es capaz de comer diferentes alimentos, incluso porotos, lo cual se veía muy difícil de lograr. 

¿La recuperación del ARFID es posible? Lo es, dependiendo de ciertos factores, como la edad de inicio, el tiempo de perduración del trastorno, y cuándo se inicia el tratamiento.

Extracto de entrevista a la psicóloga Consuelo Fuenzalida

Un caso que ejemplifica esta superación es el de la joven estadounidense de 30 años, Laura Ramsey. Ella tiene TOC y ansiedad, y a raíz de un evento traumático, desarrolló también ARFID. Actualmente, comparte su historia e informa sobre este trastorno a su comunidad en TikTok.

Entrevista: Laura Ramsey

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