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Un año para el olvido han vivido los bares, pubs y discotecas del país. Con estrictas medidas sanitarias que los obligaron a cerrar por meses y con el toque de queda impuesto por la autoridad, la realidad del rubro está lejos de ser la que era. Todo esto, sumado al estallido social del pasado 18 de octubre, los ha obligado a tomar drásticas decisiones, las cuales van desde el cierre definitivo de algunos recintos hasta la reinvención del modelo de negocios por parte de los que siguen luchando. Por otro lado, dependiendo del lugar geográfico en el que se encuentren, el presente de estos emprendimientos es bastante dispar. 

Por: Benjamín Huguet y Pablo Portales

Alexis Barría y Nicolás Vergara tienen algo en común: ambos son dueños de bares y han visto cómo la pandemia ha afectado profundamente el negocio al que le han dedicado una importante parte de sus vidas. El caso del primero es aún más dramático. Propietario del que era un exitoso bar ubicado en Osorno ha tenido que arreglárselas para sobrevivir desde mediados del año pasado, en donde la urgencia sanitaria que se vivió en la zona debido al caso Essal, los obligó a permanecer cerrados durante más de un mes. Desde entonces la situación solo ha empeorado. Con el estallido social del 18 de octubre y con la llegada de la pandemia al país las pérdidas económicas se han hecho prácticamente insostenibles y se han visto obligados a permanecer cerrados desde el 15 de marzo a la fecha.

Como ellos, son miles los locales que han debido reinventarse tanto por el proceso social vivido en el país, como por la pandemia que ha afectado al mundo entero. En esa reinvención, el delivery se ha vuelto fundamental. Michel Maurer es administrador del Bar Medanoso de Lo Barnechea, y nos cuenta que para sobrevivir han debido cambiar por completo su negocio, volviéndose un distribuidor de sus productos. Afortunadamente para ellos, sus clientes respondieron de buena manera logrando mantener el local sin tener que despedir gente. Ahora que se encuentran en la fase 3 del plan Paso a Paso, han podido volver a recibir público presencialmente.

Otro local donde han debido recurrir al delivery, fue en Barbudo Beer Garden de la comuna de Ñuñoa. Antes de la pandemia no contaban con este servicio, por lo que se vieron obligados a implementarlo para palear la crisis. Su dueño Nicolás Vergara asume esta medida como transitoria y advierte que los ingresos conseguidos por esta nueva modalidad no son los suficientes, por lo que sus números están bastante por debajo de lo que se encontraban el año pasado.

Uno que lo ha pasado aún peor es Alexis Barría. Con su bar cerrado desde marzo, detalla que la situación en Osorno es cada día más dramática. Son cerca de 500 los clubes nocturnos que cuentan con patentes autorizadas en la ciudad y 54 de ellos están asociados en dos de los gremios a los que pertenece su bar, lo que corresponde a poco más del 10% del universo de la zona. En la siguiente línea de tiempo, podemos ver el crecimiento del Bar Belfast hasta llegar a la crisis luego de la urgencia sanitaria en Osorno.

Estas complejidades económicas del rubro obligaron al gobierno a tomar medidas en el asunto. Desde el Ministerio de Economía, trabajando en conjunto con el SERCOTEC y las seremis de las distintas regiones del país, llevaron a cabo programas que buscan otorgarle un mayor apoyo económico a estos emprendimientos. En la infografía, se puede ver cómo postular al programa Reactívate Pyme, que sirve para adquirir activos fijos, capital de trabajo (materias primas, materiales, mercadería, pago de arriendos, créditos, sueldos y servicios básicos); habilitación de infraestructura y gastos en promoción y publicidad. Además, se podrá financiar la adquisición de materiales y señaléticas necesarias para implementar protocolos sanitarios ante el Covid-19.

 

Para más información, les dejamos la entrevista al subdirector general de Sercotec Osorno, Alfredo Sepúlveda, quien detalla el plan de acción económico durante la pandemia.