En el marco de los 100 años del nacimiento del pintor y grabador chileno, Nemesio Antúnez, en Artefactos conversamos con su hija Guillermina, quien lo recordó tanto como padre como artista.
En palabras de su hija, Nemesio era un hombre muy familiar, que pasaba gran parte del día en el taller de su casa: «Había que ir a saludarlo al taller cuando llegaba del colegio, contarle todo lo que hice mientras él pintaba, me preguntaba todos los detalles», recuerda Guillermina, quien agrega que su padre «estaba todo el rato creando, era un proceso permanente», por lo cual era común que interrumpiese alguna actividad para anotar las ideas que llegaran a su mente.
En cuanto a Taller 99, espacio que se reabrió cuando Nemesio volvió a Chile en 1984 luego de su autoexilio político en España, y que es parte de su legado, Guillermina explica que «ha pasado mucho tiempo desde que murió (en 1993), por lo cual hoy tienen que re-adecuar el espíritu de él, pero siempre manteniendo esa estructura que es el trabajo en equipo, que el maestro y el alumno comparten, que hay artistas y alumnos en la misma mesa y todos enseñan a los otros y todos aprenden de los otros. Ese trabajo es muy bonito, es muy transversal».
Sobre el cargo de Nemesio como director del Museo Nacional de Bellas Artes, Guillermina recuerda que «fue bien doloroso para él, porque tuvo que decidir entre dos amores: retomar el Bellas Artes -que le fascinaba-, y el pintar».
«¡Quiero pintar, pero no puedo decir que no!», era una frase que repetía su padre.
Revive la entrevista completa a Guillermina Antúnez a continuación:
Especial Nemesio Antúnez – Entrevista Guillermina Antúnez from Artefactos RadioUC on Vimeo.
Además, puedes escuchar el especial completo de Artefactos sobre Nemesio Antúnez haciendo click aquí.