Imagen: Agencia EFE, Alejandro García |

La llegada de la pandemia trajo consigo el cierre de las puertas del teatro. Las cuarentenas y los cierres de prácticamente todos los locales han imposibilitado que el teatro pueda seguir ocurriendo de manera presencial. Los profesionales de las artes escénicas se han valido de zoom y de otras plataformas online para poder seguir remando en esta crisis, sin embargo, la experiencia es totalmente distinta. ¿Cómo han reaccionado los actores ante este nuevo escenario? ¿Cómo ven los profesionales de este rubro el futuro del teatro en la pandemia? ¿Cuál ha sido el costo que les ha significado tener que hacer teatro a través de plataformas online? 

 Paula Calvo e Ignacia Serman

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Marzo de 2020. Llegó la pandemia y, al igual que todos los locales y comercios, el teatro tuvo que cerrar. Fueron muy pocas las obras de teatro que se pudieron concretar. El resto tuvo que detenerse y, muchos de los actores que estaban en el extranjero tomaron el primer vuelo que pudieron y regresaron a su país.

Fue ese el caso de María Olga Matte, reconocida actriz chilena de teatro y cine,  quien se encontraba en Madrid a punto de estrenar El Monstruo de la Fortuna, escrita por César Farah. Afortunadamente, lograron estrenar el 11 de marzo, siendo la única compañía que pudo hacerlo. Al día siguiente apareció todo cerrado y María Olga tuvo que volver en uno de los últimos vuelos disponibles a Chile. 

                                                                 En la foto, María Olga Matte y Ángel del Águila en El monstruo de la fortuna.                                                                                                                                                                      Imagen: Radio.uchile

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Por su parte, Gabriel Urzúa, actor  de teatro y televisión, estaba listo para el reestreno de la obra Happy End, junto a la actiz Gloria Münchmeyer, pero tuvieron que suspender, al igual que todos los montajes que tenían programados. El actor cuenta la pandemia y el cierre del teatro les mostró que la taquilla es realmente lo que sustenta el arte.

                                                                                         En la foto, Geraldine Neary y Gabriel Urzúa en la obra Happy End                                                                                                                                                                                   Imagen: GAM

Sin embargo, los actores no han sido los únicos que se han visto afectados por la pandemia. Las salas de teatro han recibido un gran golpe  y les ha significado un gran costo no poder abrir sus puertas. 

Muchas se han adaptado a la transmisión de obras vía online, utilizando plataformas como zoom, youtube o streamyard. Gracias a esto el tetaro se ha podido masificar y las obras han sido vistas incluso por personas fuera del país. Sin embargo, para las salas de teatro, económicamente no ha sido lo suficientemente rentable. En el caso de la Sala de Teatro Azares, trabajan con el sistema «Paga lo que puedas», en el que el público puede elegir cuánto pagar entre $3.000, $5.000 y $7.000.

                                                                                                                                             Imagen: Teatro Azares

Si bien el teatro por zoom ha podido amortiguar el impacto, María Olga comenta que la convivencia y el compartir con el elenco no bien terminada la obra, se pierde con la virtualidad. «Cuando termina la obra te viene esa soledad de no poder abrazar a tus compañeros», comenta la actriz.

 

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