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Durante este periodo de cuarentena, la tenencia de mascotas se ha convertido en una práctica bastante popularizada no sólo en Chile, sino que en múltiples extremos del globo. Sirviendo de compañía para aquellas personas en constante necesidad de contacto y afecto, estos animales llegaron a la vida de muchos para hacer más llevadero y aligerado el encierro—aun cuando, dentro de poco, tal servicio podría verse saciado con el retorno a la normalidad. 

Por Pedro del Río, Catalina Oporto y Camila Triviño

El hábito humano de acoger animales al interior de sus hogares y tratarlos como miembros de la familia ha sido una práctica que se remonta más de 10 mil años atrás. Siendo la domesticación de los lobos el caso más antiguo y célebre en ser registrado, fue su resultante especiación en las diversas razas perrunas la que ha permitido mantener la práctica de acoger mascotas vigente hasta la actualidad. Según el American Kennel Club (AKC), no sólo existe un total de 195 razas registradas en el presente año 2020, sino que también hay 79 casos adicionales esperando ser reconocidos—y eso si se utilizan los parámetros de aquella u otras organizaciones oficiales, pues de lo contrario se estiman un aproximado de 350 razas distintas a lo largo del globo, según la página PrudentPent.com.

Y este año—a manos de la actual pandemia que nos acontece—no ha hecho más que impulsar la cantidad de adopciones animales en varios países, como Estados Unidos, el Reino Unido, Brasil y Colombia. Es más, la demanda de mascotas subió tanto en algunas ciudades, que la demanda de ejemplares superó al mismo número de animales disponibles en los centros de acogida y rescate. Y Chile no fue la excepción a la regla: según Alejandra Rodríguez—fundadora de la organización de adopciones caninas, Adoptamatch—la tasa de adopción aumentó un 50% estos últimos meses, en lo que se conoce como la popular “pandemic dog adopt.”

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Este impulso masivo por adquirir y recibir a un compañero animal dentro de tantos hogares puede explicarse con los múltiples beneficios para la salud mental de uno que, según varios estudios, proporcionan con su mera camaradería. Desde beneficios como promover el buen humor, reforzar la autoestima, reducir el estrés y, por sobre todo, evitar la soledad que el actual confinamiento ha provocado en muchos, las mascotas se han vuelto la respuesta idónea para sobrellevar el distanciamiento social—y eso sin mencionar la patente influencia animal sobre el desarrollo cognitivo y social en menores que la ciencia ha discutido por años. Según algunos estudios, las mascotas ayudan a que el pequeño cultive sentimientos como la compasión, la empatía, la confianza, la jovialidad, la disposición de cuidar y mantener a otro; aptitudes que, a futuro, le facilitarán socializar y forjar lazos afectivos con terceros.

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Sin embargo, es fundamental saber que estas adopciones no pueden tomarse a la ligera, ni realizarse sin algún plan previo que asegure el bienestar del animal y consiga satisfacer sus necesidades especiales durante y—primordialmente—después de regulada la pandemia. En los tiempos actuales, el cuidado de las mascotas frente a agentes dañinos u patológicos se ha vuelto una prioridad para los dueños, con medidas como mantenerlos al margen de otros animales en el exterior, protegerlos del contacto con desinfectantes u otros elementos tóxicos, sacarlos a pasear con sus correas y arneses puestos siempre, y limpiar sus patas con algún antiséptico de modo regular. Para ver un listado más extenso de consejos para alegrar la vida de tu compañero perruno, ingresa aquí.

Y aún así, la principal preocupación en torno a este tema es lo que sucederá a largo plazo, en el inminente futuro donde ya no sea requerido aislarse y se pueda volver a la antigua normalidad que todos tanto anhelan. ¿Qué pasará con estos animales cuando su función como principal acompañante ya no sea requerida? ¿Qué ocurrirá con la cotidianeidad y la rutina que tanto se asimilaron este año, cuando los hogares dejen de estar repletos 24/7? La gente deberá pronto retornar a sus trabajos y estudios, por lo que estas mascotas serán relegadas a un esporádico puesto afectivo en lugar de ser los constantes recipientes de este. Quizás aún sea muy pronto para sacar conclusiones, pero sí hay que tener en cuenta la atención que le damos a nuestros animales y poder definir cómo mantendremos sus necesidades bajo control cuando el escenario cambie.

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Para ello, aquí les dejamos un mapa con los parques más cercanos al centro de Santiago, para que sus mascotas puedan ejercitarse y gastar la energía que tanto acumulan al interior del hogar.

Y para concluir, los dejamos invitados para que oigan el reportaje adjunto en torno a este tema, con testimonios no sólo de gente que participó de este periodo de adopción masiva, sino que también de un veterinario y un psicólogo que traen algo de claridad a la realidad y naturaleza tras este fenómeno.