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La llegada de la pandemia y las cuarentenas a nuestro país ha generado que muchas víctimas de violencia intrafamiliar y de género se vean obligadas a permanecer en el mismo lugar que sus agresores, planteando un desafío tremendo para las autoridades en la actualidad. En este sentido, la Contraloría realizó una auditoría al Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género (SernamEG) para exponer una serie de falencias en la resolución de estos problemas. Sin embargo, de acuerdo a los datos que plantea el Centro de Estudios y Análisis del Delito (CEAD), las denuncias formales por violencia intrafamiliar  disminuyeron un 9,6% durante la pandemia, exponiendo una clara incongruencia entre la realidad y los datos. 

Por: José Tomás Rodríguez y Claudio Herrera. 

La pandemia y las cuarentenas han presentado una serie de retos para todas las personas. Con relación a esto, el encierro ha acrecentado uno de los principales desafíos de los cuales las autoridades hace muchísimo tiempo que intentan contrarrestar. Nos referimos a la violencia intrafamiliar y de género. Lo anterior, adquiere mayor relevancia en un contexto de emergencia, que de acuerdo a lo informado por ONU Mujeres, en estos periodos “aumentan los riesgos de violencia contra las mujeres y las niñas, especialmente violencia doméstica, debido al aumento de las tensiones en el hogar y puede también aumentar el aislamiento de las mujeres”, y considerando que “las personas sobrevivientes de violencia pueden enfrentar obstáculos adicionales para huir de situaciones violentas o para acceder a órdenes de protección y/o servicios esenciales que pueden salvar vidas, debido a factores como las restricciones de la circulación o la cuarentena”.

Sin embargo, a pesar de la constante preocupación que hay por parte de las distintas organizaciones, los datos del Centro de Estudios y Análisis del Delito (CEAD), nos señalan que las denuncias formales por violencia intrafamiliar disminuyeron un 9,6% entre 2019 y 2020, creando así una falsa apariencia de la realidad que viven día a día las víctimas de estas agresiones. En principio, la información que nos entrega el organismo dependiente de la Subsecretaría de Prevención del Delito debería ser tranquilizadora, pero al parecer es solo un espejismo.

De acuerdo con un reportaje de CIPER, en el mismo lapso de tiempo las llamadas de auxilio al Fono Familia #149 aumentaron en un 43,8%. Además, un dato sumamente importante es que el peak de estas llamadas fue en mayo del año pasado, uno de los puntos más críticos de la crisis sanitaria, justamente cuando gran parte de la Región Metropolitana y el país se encontraba confinado.

En este sentido, la labor que han desempeñado el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género, la policía y otras organizaciones encargadas han sido múltiples durante el último año y medio. Lamentablemente, en reiteradas ocasiones estas medidas no han dado los resultados esperados. Son emblemáticos los errores de la campaña Cuenta Conmigo o la iniciativa Mascarilla 19.

En materia de legislación para la protección de la mujer, hay varios proyectos que están trabados hace un tiempo. Por ejemplo, la modificación del código penal sobre el femicidio y la tramitación sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, se discuten desde el 2017 en el Congreso. Pero uno de los casos más preocupantes es el del Fono de Orientación y Ayuda para Mujeres Víctimas de Violencia de Género 1455, ya que es uno de los servicios con más falencias en la lucha que mantiene el gobierno contra la violencia intrafamiliar y de género. Esto es una situación sumamente grave teniendo en cuenta que los servicios a distancia resultan fundamentales en el contexto de pandemia y encierro.

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En este sentido, la Contraloría General de la República presentó el pasado 5 de mayo el informe final de la auditoría realizada al Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género (SernamEG), detectando una serie de irregularidades en este servicio en particular, y que fueron detalladas como “incumplimientos en el servicio de atención de llamadas (fono 1455) relacionados a la derivación, acreditación y demoras en los seguimientos de las llamadas recibidas de tercer nivel (grave o vital); carencias en la trazabilidad de las llamadas recibidas; incerteza en cuanto a la cantidad de llamadas recibidas; inexistencia de evidencia respecto de seguimientos de denuncias informadas por Carabineros de Chile, y personal de la empresa contratista que no cumplía con los requisitos de estudios fijados en el contrato”.

Para ahondar un poco más sobre el porqué de esta auditoría, conversamos con Luis Bobadilla, ex funcionario de la contraloría y que actualmente se desempeña como director del departamento de derecho público en la Universidad de Santiago, quien nos contó de cómo la llegada de la contraloría al SernamEG no fue accidental, y que es posible que alguien denunciara estas negligencias.

 

Al mismo tiempo, para saber cuál era la respuesta por parte del Ministerio de la Mujer nos contactamos con Valeria Lazcano, asesora de gabinete en el Ministerio de la Mujer, quien nos aseguró que desde el Ministerio y el SernamEG se está trabajando para mejorar el servicio, aunque no nos quiso entregar mayor información.

 

Desde el sindicato de Holdtech S.A., nos confirmaron la renovación de la licitación del servicio a pesar de todos los inconvenientes señalados por la contraloría, y que de acuerdo al sitio todolicitaciones.cl el monto estimado para la licitación de este servicio es de $391.256.000 millones de pesos. 

En sumatoria, las negligencias no se quedan ahí, y en una investigación de febrero de este año por parte de Bío Bío Chile también se señaló las carencias en las capacitaciones y redes de apoyo para las funcionarias del Fono de Orientación 1455.  Además, dentro de las conclusiones del ente fiscalizador se incluyó la detección de debilidades en las medidas de prevención y detección temprana de situaciones graves contra mujeres, considerando que entre marzo y agosto de 2020 “se determinaron 53 hechos graves de violencia de género, de los cuales 50 no acudieron a algunos de los canales o dispositivos habilitados por el SernamEG para brindar apoyo y orientación”.

Los esfuerzos y la preocupación del Gobierno por combatir el tremendo problema que plantea la violencia intrafamiliar y de género no son suficientes, y aunque los datos del CEAD, muestran que en el primer trimestre del 2021, han habido 22.382 casos policiales de violencia intrafamiliar contra la mujer a nivel nacional y que las cifras bajaron un poco en comparación al mismo trimestre del año pasado, donde se contaron 23.233, siguen faltando las publicaciones de los datos del segundo semestre correspondiente al lapso entre abril y junio, que como bien sabemos fue el rango de tiempo donde más se concentraron los confinamientos en el país. Es de esperar que las cifras disminuyan, al igual que el año pasado, a causa de las cuarentenas pero no así la violencia misma.

El acompañamiento para las víctimas a través de diversas instituciones no siempre ha logrado protegerlas a costa de sus agresores. En muchos casos, predomina una sensación de desamparo y soledad difícil de sobrellevar.
Con todo lo anterior, es bastante comprensible el descrédito que han recibido las autoridades y la policía por gran parte de la población y, por supuesto, del movimiento feminista. Hoy en día somos testigos de cómo las vías alternativas de denuncia, tales como las “funas”, siguen en ascenso y, cómo las víctimas buscan apoyo en organizaciones no estatales. La violencia intrafamiliar y de género ha supuesto una verdadera pandemia paralela a la pandemia sanitaria y los esfuerzos del Gobierno parecen pobres a los ojos de las víctimas, cada vez más necesitadas de políticas públicas con perspectiva de género que velen por su integridad.

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Revisa el reportaje aquí:

 

Si necesitas ayuda revisa esta información:

Fono Orientación en Violencia contra la Mujer: 1455
Atención de especialistas para quienes sufren o son testigos de maltrato físico y/o psicológico.
Whatsapp Mujer: +569 9700 7000
Orientación y contención emocional a mujeres violentadas en situación de confinamiento a través de whatsapp.