Más de 26 horas de vuelo aguantaron los 66 refugiados sirios antes de arribar en Chile, con la esperanza de dejar atrás los horrores de la guerra y comenzar una nueva vida. Las 14 familias serán asentados en las comunas de Villa Alemana y Macul.

Las familias fueron hoy recibidas por la presidente Michelle Bachelet en el Aeropuerto Internacional C. Arturo Merino Benítez. La mandataria empatizó con los refugiados expresando que »Nuestro deseo es que comiencen poco a poco a dejar atrás el miedo, el dolor y la incertidumbre. Sabemos que vienen de una historia difícil».

La mandataria explicó que en los próximos días los refugiados recibirán el apoyo de servicios públicos como el Registro Civil, Fonasa, el Ministerio de Desarrollo Social y otros, para poder acceder a la red de servicios del Estado. Anunció también que los niños, que corresponden a casi la mitad de los recién llegados, serán integrados al sistema escolar en marzo y que, por mientras, se hará un trabajo de inducción. Para los adultos, la presidenta anunció que recibirán clases de español, facilitando de esta manera su inserción en nuestra sociedad.

Gestionar su acogida en Chile significó un trabajo de casi dos años del Programa de Reasentamiento, uno de los programas del ACNUR (Agencia de la ONU para los Refugiados), que desde sus inicios, en 1991, ha logrado que refugiados de origen afgano, palestino, yugoslavo y colombiano hayan sido reasentados en el país.

En Macul, una de las comunas seleccionada para recibir a la mitad de las familias sirias, se han realizado trabajos en el área de educación y salud para facilitar la llegada de los refugiados. El alcalde de Macul, Gonzalo Montoya, se refirió a ello durante la bienvenida.

El alcalde de Villa Alemana, otra comuna que los acogerá, expresó que las viviendas están listas y que los vecinos se encuentran ansiosos por recibirlos.

A tres años desde el inicio de una feroz guerra civil en Siria, más de la mitad de su población ha tenido que abandonar sus hogares a causa de la violencia y la imposibilidad de continuar una vida en ese país. Hoy, bajo el alero del Estado de Chile, estas 66 personas de origen Siria, podrán darle un nuevo rumbo a su vida.