Hoy, hace exactamente 5 años, el proyecto de Ley de Identidad de Género fue presentado ante el Congreso. A pesar de haber dormido largamente en la cámara parlamentaria, el proyecto ha adquirido una nueva exposición mediática que ha resultado en la urgencia de este gobierno por enviar una propuesta que deje a la ciudadanía satisfecha.
Tras 5 años y más de 200 indicaciones, el proyecto que “reconoce y da protección al Derecho a la Identidad de Género” tiene un fecha límite: el 6 de junio de este año el proyecto deberá ser despachado. «Ya no quedan excusas para seguir dilatando la definición de la comisión. Esta ley es una urgencia para las personas trans, y el Estado tiene una deuda que saldar con ellas», dijo el presidente de la Fundación Iguales, Juan Enrique Pi.
El inicio del proyecto se remonta al año 2013. Por ese entonces la Presidenta Michelle Bachelet incluyó la ley de identidad de género a su programa de gobierno en base al trabajo realizado con las organizaciones de diversidad sexual. A partir de esto, todo empezó a estancarse. El proyecto ha demorado en llegar a puerto, en parte gracias a quien fue la presidenta de la comisión de Derechos Humanos, Jaqueline Van Rysselberghe, la cual despachó, entre enero de 2016 y enero de 2017, un total de 30 indicaciones. Otros senadores que enviaron diversas indicaciones fueron Francisco Chahuán, José Manuel Ossandón y Andrés Allamand, todos de Renovación Nacional por aquel tiempo.
Según un estudio realizado por Fundación Iguales, se desprendió que las comisiones permanentes del Senado sesionaron, en promedio, 41 veces durante el año legislativo 2016, mientras que la comisión de DD.HH. integrada por Van Rysselberghe lo hizo sólo en 25 oportunidades, siendo la tercera comisión con menos jornadas de trabajo de todas las mesas permanentes que tiene la Cámara Alta. De esas 25, apenas 11, las destinó al proyecto de identidad de género, lo cual explicaría el retraso que tiene este proyecto.
Durante el 1 y el 22 de marzo de 2017 la discusión del proyecto de ley de identidad de género experimentó un nuevo revés. En dos oportunidades la sesión fracasó por falta de quórum, en otra la Comisión de DDHH no fue citada, por lo que sólo en una cuarta oportunidad se logró avanzar con la votación de 60 de las indicaciones que estaban pendientes.
Este 2018 todo parecía cambiar. La nominación y eventual triunfo de la película «Una Mujer Fantástica» a Mejor Película Extranjera en los premios Oscars puso el tema en la palestra nuevamente, poniendo al gobierno de turno en una situación incómoda, pues creó tensión entre los sectores más conservadores y aquellos que buscan un avance en la ley.
Hoy, tras un lento avance, el debate se centra en la inclusión de menores de 14 años en la legislación. Dentro de la comisión, la mayoría se encuentra a favor de incluir a menores, pero es en el Congreso donde el proyecto podría verse trabado nuevamente, pues las posiciones están divididas. El presidente del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), Rolando Jimenez, hizo hincapié en incorporar a los menores de 14 y no tomar la alternativa del Ejecutivo de no considerarlos y presentar el proyecto, ya que excluirlos «vulneraría el interés superior de los niños de manera brutal», sentenció.
Para conmemorar estos 5 años, la Fundación Iguales y otras organizaciones LGTB realizaron una intervención en la Plaza Baquedano donde las personas podían dejar un mensaje de apoyo o deseos para que la iniciativa sea prontamente aprobada. Paralelo a esto, y luego de dos semanas sin realizar una junta, la comisión mixta retomó sus reuniones con el objetivo de determinar el plazo para recibir propuestas en torno al proyecto, el cual quedó fijado para el 10 de mayo. “Esto se ha discutido por 4 años y no vamos a inventar la pólvora, así que pretendemos que esto concluya”, dijo el diputado RN Diego Schalper.
Ya teniendo fijada esta fecha, los miembros de la comisión decidieron una fecha límite: los parlamentarios realizaron un compromiso de despachar el proyecto antes del 6 de junio de este año.