Eliana Busch, nadadora chilena de 85 años, volvió a mediados del mes pasado del Mundial Máster de Natación de Corea del Sur. Fue campeona en 50 metros libres, vicecampeona en tres otras categorías y rompió tres records sudamericanos. El lunes pasado conversó con Módulo 2 sobre su vuelta a las piscinas, la falta de políticas públicas en deportes másters y la importancia de la actividad física.
Por: Rocío González
“Yo me siento discriminada porque no me consideran deportista en la ley”, afirmó Eliana. La Ley de Deportes no incluye ayuda financiera para atletas másters, es decir, aquellos que tienen más de 25 años y no tienen el tiempo para dedicarse full time al deporte. Es totalmente amateur para todos. Cada uno se las arregla como puede.
En Chile si se quiere ir a una piscina olímpica, hay que pagar. “Cuando fui a Budapest, yo no había nadado en 50 años en una piscina de 50 metros. O sea, usted me va a decir ¿y la de la Escuela Naval? Pero esa es una cuestión militar, hay que pagar para entrar. Cómo voy a ir, si cada vez que voy a entrenar voy a tener que pagar cinco lucas. De dónde si yo soy una jubilada con 160.000; o como, o voy a la piscina, tengo dos alternativas. Y no la prestan de otra manera”. Afirma que nos hemos quedado atrás.
“Creen que la gente mayor es tonta. Yo eso no lo puedo creer. Lógicamente hay gente que está enferma, que tiene alzheimer […] hay que tener ganas de hacer cosas”, dice Eliana.
Su médico le explica que para tener energía hay que gastarla y que, si no hace nada, se va a ir quedando sin ella. Para evitarlo, afirma que hay que seguir apoyando a la tercera y cuarta edad, ya que faltan políticas públicas para motivar a la gente a realizar actividad física. Según la deportista, las capacidades están y mantenerlas se logra con deporte.
Eliana no solo ha practicado natación. Le dedicó 50 años de su vida a la equitación, pero tuvo que dejarlo luego de sufrir varias lesiones. “Tuve una ambición, de ser campeona de Chile en salto y natación, y lo conseguí. Soy ambiciosa deportiva, nada más”.
Lo que le atraía de ambos deportes es que, hasta cierto punto, logran ser similares. En ambos se debe usar la mente. Eliana comenta que en la equitación hay que aprender a equiparar las fuerzas, ser uno con el caballo, mientras que en la natación, la mente debe dominar el cuerpo para no rendirse y poder nadar muchos metros. “La relación cuerpo, mente y fuerza es fundamental”, afirma.
Si quieres escuchar la entrevista completa, dale click al reproductor para conocer a esta campeona nacional. Exclusivo por Módulo 2.
