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La aplicación de videollamadas Zoom ha sido una de las protagonistas en medio de la pandemia del Covid 19. Ante la cuarentena voluntaria o impuesta por el gobierno, los ciudadanos han tenido que hacerse parte del mundo interactivo sin saber, en muchos casos, cuáles son los riesgos asociados al uso de esta plataforma y cómo pueden protegerse de ella.
Por: María José Cifuentes / Reportaje: Antonia Mauriziano y Fernanda Leiva
Ya sea para clases, reuniones familiares, fiestas o simplemente para pasar el rato a la distancia en plena crisis sanitaria, la plataforma Zoom ha tomado protagonismo en Chile y también en el mundo. Según datos de esta aplicación, son más de 200 millones de personas quienes la usan a nivel global.
Bastó, sin embargo, poco tiempo para que los usuarios en Chile notaran la fragilidad y las falencias de esta App. El 16 de abril, en medio de una videoconferencia hecha por la Universidad Diego Portales llamada “Feminismo y revolución Crónica de una inquietud” comenzó a reproducirse un video de pornografía infantil. Ese día un usuario no identificado logró transmitir un video evadiendo la seguridad que, hasta ese momento, se daba por sentada. Actualmente se continúa reuniendo información para poder hacer una denuncia formal en la PDI.
Imagen: Demetrius Freeman para The New York Times.
Este tipo de intervenciones invasivas, con contenido violento y no planeadas ha sido denominada como Zoombombing, pero no es considerado un hackeo sino una falla en el sistema que es responsabilidad del hospedador de la videollamada. Sin embargo, aún no se sabe como evitar que esto suceda, ni tampoco los motivos porque ocurre.
Gabriel Bergel, un “hacker” especializado en enfrentarse a estos cibercriminales, asegura que estas personas que ingresan a reuniones a las que no han sido invitados no son hackers, sino personas que buscan directamente “llamar la atención”, pero sin ninguna intención criminal detrás como lo pueden ser el robo de datos, estafas u otros.
Zoom ha presentado actualizaciones para reducir estos riesgos, pero la preocupación se ha mantenido en los usuarios. El único consejo, hasta ahora, es revisar los términos y las condiciones de la aplicación y ocupar la versión pagada, porque aquellas que son gratuitas son las que están más expuestas a este tipo de intervenciones.
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