Collage por: Catalina Olate |
El empleo de un lenguaje neutro, como “todes” y “nosotres”, no ha estado exento de discusiones: la Real Academia Española (RAE) lo rechaza y ahora un proyecto de reforma constitucional busca prohibirlo en las escuelas chilenas.
Por: Camila Barrera
“Voy a ser la presidenta de todos los chilenos y de todas las chilenas”, pronunció la ex presidenta Michelle Bachelet en su primer discurso presidencial durante su segundo mandato en 2014. Hace solo un par de años, no existía duda de que “chilenos” y el pronombre «todos” incluía tanto a hombres como a mujeres. Hoy, con los cambios sociales producidos en una período dominado por las demandas feministas, el lenguaje ha cambiado junto a la sociedad.
El académico UC y vicepresidente de SOCHIL, Roberto Ferreira, es tajante en afirmar que se trata de un tema que cuenta con distintas interpretaciones y que por lo mismo no hay una sola forma de entenderlo.
“Es importante clarificar primero que puede tener diferentes connotaciones o definiciones para cada grupo de personas, ya que nunca hemos realmente discutido hasta qué punto va a llegar el lenguaje inclusivo”, sostiene Ferreira. “ Podemos entender como lenguaje inclusivo el hecho de que exista el femenino para ciertas profesiones que antes no existía el femenino, solo existía el masculino, como abogado y abogada, o una propuesta más avanzada en el uso, como palabras como todes”.
El miércoles 26 de mayo, los diputados Cristóbal Urruticoechea y Harry Jürgensen de Renovación Nacional (RN) presentaron un proyecto de reforma constitucional que busca prohibir el uso del lenguaje inclusivo en la educación parvularia, básica y media, impidiendo así que “las ideologías contaminen mediante el lenguaje la educación de los niños y adolescentes”, según señalaron.
Imagen: Cristóbal Urruticoechea y Harry Jürgensen
Ferreira aconseja observar como ejemplo a lo ocurrido en Alemania o Francia, en donde fue prohibido su uso en colegios puesto que constituiría un obstáculo para la comprensión lectora, agregando además que “su uso no es consistente a lo largo del discurso”. Algo parecido ocurriría en el español.
Acerca de la polémica generada por la RAE, luego de que su director afirmara que “el lenguaje inclusivo afea el idioma de manera insostenible”, el lingüista explicó que las decisiones de la institución tienen que ver con el uso de los términos, por lo que palabras como “todes” no son aceptadas debido a su inconsistencia en las oraciones y porque aún no son utilizadas por la gran mayoría.
Imagen: EFE/Mariscal
El académico asegura que las sociedades y el uso del lenguaje están cambiando constantemente, pero para que el lenguaje neutro sea implementado se necesita tiempo y ser practicado naturalmente por las comunidades. “La discusión tiene que ser multidisciplinar”, sostuvo. “Se necesita tiempo y ser practicado naturalmente por las comunidades” asegura Roberto Ferreira, experto de la Sociedad Chilena de Lingüística (SOCHIL).
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