Varios han sido los virales compartidos en nuestras redes sociales mostrando personas que llaman a no vacunarse, debido a un pseudo magnetismo que generan las vacunas contra el virus del Sars-Cov-2 en el brazo. Y así, a la hora de pensar la aversión a las vacunas, lo primero que se nos viene a la cabeza es la postura “antivacuna” vinculada a otras teorías conspiracionistas. Sin embargo, el rechazo a las vacunas es un fenómeno complejo que abarca un amplio espectro de opiniones y no siempre se corresponden con lo que vemos en nuestras por internet. Actualmente la personas rezagadas son un 17% de la población objetivo, ¿por qué es importante que se vacunen?
Por: Joaquín Pinto y Beatriz Ropero
El ser humano desde tiempos inmemoriales se ha visto enfrentado a virus y bacterias que le provocan enfermedades e incluso la muerte. Uno de ellos es la viruela, el cual fue el que motivó la creación de la primera vacuna en 1796 y, posteriormente, el primero en ser declarado erradicado en 1980. A pesar de ello, desde la invención de la primera vacuna es que se conocen también la existencia de grupos que las rechazan.
En nuestro país, a diferencia de lo que se ha visto en manifestaciones en el extranjero, el fenómeno que prima no es el rechazo directo a la vacuna contra el Sars-Cov-2, sino más bien la reticencia a vacunarse debido a la desconfianza que esta genera, ya sea por su “aprobación de emergencia”, por efectos secundarios o por el nivel de efectividad que tenga. En ese sentido, resulta importante considerar que la vacunación como conducta individual (CIPER), no solo se ve afectada por el desconocimiento , sino también por las expectativas puestas en ella y la creencia que tenga cada persona.
Respecto a las dudas sobre la vacuna contra el COVID-19, la Dra. Vivian Rose, del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad de Chile (ICBM), explica que la aprobación de emergencia no significa que alguna de las vacunas se haya saltado alguno de los pasos necesarios para ser aprobada. Además, la doctora menciona que si “uno analiza la cantidad de millones de dosis que se han administrado en el mundo ya, y los pocos efectos adversos, demuestran que son seguras”.
Por su parte, en cuanto a la efectividad de la vacuna, la Dra. Ximena Aguilera, epidemióloga del Centro de Epidemiología y Políticas de Salud de la Universidad del Desarrollo, aclara que no todas las vacunas generan el mismo nivel de protección. Por ejemplo, a diferencia de la vacuna del sarampión genera un alto nivel de defensas contra la enfermedad, la vacuna contra la influenza debe aplicarse todos los años. Es decir que, de la misma forma, la vacuna contra el Sars-Cov-2 no es “ni mágica ni inmediata”, en palabras de la Dra. Vivian Rose.
A pesar de que el proceso de vacunación, según datos del Ministerio de Salud, alcanza el 72% de la población objetivo, esta no abarca a la población total. Por esta razón, quienes se vacunen, para lograr una efectiva disminución del virus, deben actuar “como si no lo hubiesen hecho”, afirma la doctora del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad de Chile.
El Dr. Jaime Cerda, de la Pontificia Universidad Católica, explica la diferencia entre población objetivo y población total en el siguiente audio:
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Para ambas doctoras, lo que sí debiese considerarse es que al recibir la vacuna, no solo se evita la propagación y replicación del virus, además, las tasas de hospitalización y mortalidad disminuyen considerablemente. Por lo que insisten en que cada persona que tenga la posibilidad de vacunarse, lo haga en cuanto pueda, ya que también ayudan a proteger a las personas que, por diversas razones, no forman parte de la población objetivo.
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