Imagen: Mosaico Pampino |

Este 7 de noviembre seguimos a cuatro mujeres que se dedican a crear, emprender y enseñar sobre las técnicas que conocen y sus experiencias sobreviviendo la pandemia como artesanas.   

Por Tanya Stock

Mosaicos. Cerámica. Cueros y Fieltro. Creaciones con raíces ancestrales. Tipos de artesanías que han sido traspasados de generación en generación en Chile y que son importantes manifestaciones de la identidad cultural y parte de nuestro patrimonio. ¿Qué significa ser artista después de la ola pandémica de COVID-19?

 

Paola Bizarro Apablaza (49), @pao_bizarro_fieltro_pucon en Instagram, vive en Pucón hace 21 años, y se define a sí misma como periodista de profesión y artesana de corazón. “Movida por el arte, descubrí la nobleza del vellón”, dijo sobre la fibra natural que proviene de la oveja. Esta lana sin hilar se usa mediante el proceso de agujado con agujas especiales para lograr transformarla en la obra que se desee: desde hadas hasta esculturas, figuras humanas y duendes. Bizarro describe el proceso del vellón amasado como algo que permite confeccionar telas para hacer tanto accesorios como también ropa sin límites.

Cuando la pandemia arremetió, adelantó un proyecto personal que tenía pendiente hace años, así “las clases online surgieron desde mi taller con un celular y aro de luz”, dijo. Durante ese tiempo grabó más de 25 tutoriales para enseñar sobre artesanías con distintos niveles de dificultad disponibles para las personas que empiezan desde cero. Este cambio tiene una gratificación que va más allá de lo monetario, ya que “ha sido una experiencia de apoyo para muchas mujeres con depresión, insomnio y cesantía”, asegura Bizarro, y agregó que espera retomar los talleres presenciales para noviembre.

Imagen: Pao bizarro fieltro Instagram

Josefina Silva (41), @mosaicopampino en Instagram, es de Providencia, Santiago. Hace mosaicos hace 10 años, y hace cinco años se dedica a trabajar exclusivamente en eso. “Me fue bien durante la pandemia porque mucha gente quiso relajarse y asistió a mis clases online haciendo artesanía”, confirmó Silva.

Ella cuenta que una amiga artista le presentó el arte del mosaico, el cual consiste en una composición de colores en donde al unirse hacen un todo, y le encantó. Con el aumento de pedidos, aprendió a usar más herramientas como las redes sociales y las transmisiones en vivo de Instagram. “Estoy con mucho trabajo, y agradecida de tenerlo” dice.

Imagen: Mosaico Pampino en Instagram

Rafaella Quilodrán (25), ellablooms.cl en Instagram, es de Santiago, y aprendió a hacer cerámica en la universidad durante el 2016, y comenzó a dedicarse a tiempo completo el 2020, justo durante la pandemia cuando decidió dejar de trabajar como diseñadora en una agencia, “como partí en pandemia consideraría que me enseñó a ser más segura y creer en lo que me gusta hacer, y seguir dándole”, respondió la artista.

Quilodrán describiría hacer cerámica como un ejercicio de paciencia que eligió porque siempre le ha gustado trabajar a mano y enfocarse en cada detalle posible para obtener el resultado deseado. “Es un proceso largo en el que cada vez tengo que tomarme mi tiempo para que sea lo que yo espero”, explicó ella.

Imagen: ella blooms cerámicas en Instagram

Victoria Álvarez (26) representa a mestiza_cueros en Instagram, pertenece a la cuarta región y en La Serena se dedica a trabajar con el arte del cuero o la marroquinería desde el 2015. “Me encanta el cuero, me gusta mucho lo que hago”, reía Álvarez mientras explicaba que es un material noble porque es reutilizar algo que se va a botar para crear algo nuevo, y se convierte en una de las materias primas más duraderas. “Se puede teñir, pintar, cuando lo mojas cambia de forma. Huele exquisito y envejece hermoso”, agregó entusiasta.

“Durante la pandemia fue complicado, sobre todo desde el principio”, admitió ella. Las tres mujeres que forman el equipo hacían conocer sus productos de forma presencial, dejando de lado sus redes sociales, “exponíamos en ferias y galerías temporalmente y teníamos tiempo entre ellas para producir cierto stock. Con la pandemia eso ya no fue posible, menos en cuarentena”, dice ella, y agregó que como estaban tan inactivas en sus redes sociales, tuvieron que adaptarse y crear su tienda virtual. Si bien al principio tuvieron una baja de pedidos, mientras más activas eran en sus redes sociales, a más personas llegaron y engancharon, y fueron subiendo los pedidos. Victoria agregó que agradecía en cierta parte a la pandemia por hacerle ver sus puntos débiles, ya que fue por eso por lo que aprendió tanto sobre redes sociales y marketing digital.