Marcelo Bielsa fue presentado este miércoles como el nuevo entrenador de la selección uruguaya de fútbol, firmando hasta 2026. La última experiencia internacional del rosarino fue en Chile, entre 2007 y 2011 y su legado se ha mantenido vivo en el recuerdo de los hinchas durante más de una década. A continuación, un análisis de por qué es tan querido el técnico rosarino en Chile.
Por: Jorge Fuentes
Imagen: laroja.cl
“Don Marcelo Bielsa, Chile le agradece”. Fue con esas palabras que la hinchada chilena se despidió, en 2011, de quien había sido el director técnico de su selección durante los últimos cuatro años. Ayer, doce años más tarde, el Loco fue presentado en Uruguay, uno de los rivales directos de La Roja, habiendo alcanzado un acuerdo con la AUF hasta terminado el Mundial 2026.
La noticia, a pesar de ser un paso importante en la carrera del rosarino, provocó la tristeza de algunos hinchas chilenos viudos del proceso generacional que dejó en la selección nacional. ¿Por qué es tan querido acá en Chile? Si no ganó ninguna copa, ¿qué lo hizo tan relevante?
Bielsa llegó a la selección chilena el 10 de agosto de 2007, y debutó un mes después, en un amistoso contra Suiza. En aquel partido, que terminaría 2-1 a favor de los europeos, el promedio de edad de Chile fue de 23,4 años y anotó su primer gol un tal Alexis Sánchez, que acabaría convirtiéndose en el máximo goleador histórico del combinado, con 50 anotaciones oficiales. Desde su primer partido, Bielsa demostraba uno de los atributos más característicos de su carrera, la confianza en los procesos con jugadores jóvenes y de recambio generacional.
Chile se convirtió en un equipo novel, con gran pare de sus titulares siendo importantes en Europa (Claudio Bravo, Carlos Carmona, Arturo Vidal, etc.) y con un estilo vertiginoso y protagónico en cada uno de sus duelos. Los primeros nueve partidos de las clasificatorias al Mundial 2010 terminaron con Chile en el cuarto puesto, con 13 de 27 puntos. Sin embargo, en una segunda vuelta de ensueño, el Equipo de Todos hizo 20 puntos, acabando segundo, a tan solo una unidad del puntero Brasil. Además, Humberto Chupete Suazo fue el máximo goleador del torneo, hazaña que sólo dos chilenos habían conseguido, Jorge Aravena y el histórico Iván Zamorano.
A Sudáfrica, Chile llegó con una nómina de 25,9 años de promedio a disputar el octavo mundial de su historia, y el primero del siglo. Luego de dos ausencias consecutivas, el grupo llegaba con una ilusión enorme, que se vio demostrada en una fase de grupos con dos victorias (Contra Suiza y Honduras) y una derrota (Contra España, futuro campeón del mundo). En octavos, fue Brasil la selección encargada de aplastar aquella ilusión mundialista, goleando 3-0, con Robinho como principal figura.
Aun así, Bielsa fue ratificado hasta 2015, pero él mismo aseguró que no seguiría al mando de la selección si Jorge Segovia asumía como presidente de la ANFP. Dirigió cinco amistosos más y, a pesar de que Segovia no pudo obtener el puesto, sus diferencias con Sergio Jadue terminaron sentenciando su renuncia anticipada. El último partido del rosarino al mando de “la roja” fue el 23 de enero de 2011 en un amistoso contra Estados Unidos.
El Loco se despidió de Chile con un rendimiento del 60%, subiendo 32 puestos en el Ranking FIFA y, más importante aún, dejó un enorme legado a sus espaldas. Su trabajo se coronó años después, ya que gran base de los jugadores que dirigió Bielsa estuvieron presentes en la obtención de las dos copa américa en 2015 y 2016.
Esta semana, en su presentación, Bielsa aseguró que sus primeros partidos al mando de la selección uruguaya, debutará en un amistoso contra Nicaragua el 14 de junio, serán para conocer a los futbolistas de menor cartel, pero que, para las fechas oficiales, el proceso de recambio se dará de manera natural y sólo si las nuevas caras son mejores y se adaptan mejor al sistema que las antiguas. El debut oficial del “Loco” por eliminatorias, será justamente contra Chile en septiembre en el estadio Centenario.
Su objetivo en este nuevo proceso será exponer su propuesta, entablar diálogos con las figuras charrúas y en el mejor de los casos, conseguir un éxito similar al que obtuvo con Chile años atrás.
Imagen: record.com
