En Corea del Sur, donde el K-pop domina la escena con producciones millonarias y una maquinaria de promoción gigantesca, ser artista independiente es más que un desafío. Sin coreografías, sin fandoms masivos y sin contratos con grandes e importantes sellos, dos bandas surcoreanas — Plane on Mars y The Hidden Elephant — comparten sus vivencias desde los márgenes de la industria musical.
Por Aline Bergen
En los últimos años, el pop coreano ha empezado a ganar cada vez más popularidad e influencia en occidente. Grupos como BTS o BlackPink cuentan con millones de reproducciones en sus videoclips, con números que incluso han llegado a romper grandes récords mundiales. Una de las características que ha llamado más la atención del público internacional es su nivel de perfeccionismo, tanto en lo visual como en la formación de los artistas que son moldeados por empresas que controlan cada aspecto de sus carreras.
Pero más allá de los focos del pop industrial, existe otra escena. No todos los músicos quieren ser ídolos. Algunos, como Plane on Mars y The Hidden Elephant, eligen el camino de ser independientes, con todo lo que eso significa: sinceridad, frustraciones, una extraña libertad y sobre todo autenticidad.
Estación Asia, tuvo la oportunidad de hablar con estos artistas.
(En imagen: Plane on Mars)
Entre la invisibilidad y la autogestión
Ryan, vocalista y líder de Plane on Mars, recuerda con crudeza lo que significa ser una banda indie en Corea: “Ese día había tres fans, incluyendo a nosotros. Cuando nos tocó tocar, todos se fueron. Y eso es normal cuando eres una banda desconocida”.
Formada en 2019, debutaron con el sencillo digital ‘Dream Giver’ en 2020. Su propuesta mezcla el espíritu de britpop con elementos ambientales, construyendo una experiencia sonora tanto enérgica como introspectiva. Actualmente se presentan en clubes y festivales en Seúl y están por lanzar su primer álbum completo en mayo.
Sin el apoyo de un sello, Plane on Mars hace todo por su cuenta: graban, promocionan y gestionan sus giras. Ryan explica que, aunque el proceso ha sido complejo, también les ha dado libertad: “Podemos hacer lo que queramos. Pero es muy difícil promocionarnos, apenas sabemos cómo”.
The Hidden Elephant, pioneros en el indie rock de Corea, nacen en el 2018 apostando por un sonido que mezcla rock, grunge, ska y funk. Su estilo se aleja completamente de los géneros dominantes en Corea, como el K-pop o las baladas. Y eso es intencional. Su música tiene fuerza, identidad y convicción. No viven de la música, pero viven por ella.
El nombre nació casi como una broma. Uno de los integrantes vio en las noticias un hecho muy lamentable y pensó: “Es como un elefante escondido”, una imagen que refleja lo obvio que a veces nadie quiere ver. Lo que buscan transmitir es que “No quiero que crean que en Corea la música rock no es rentable. Soñamos con tener más herramientas de promoción y poder llegar a más personas”, dice Oongbae vocalista del grupo.
“Somos solo una banda de rock. No ganamos mucho dinero, pero queremos mantenernos puros, sin condiciones” —afirmaron durante la entrevista. Esta fidelidad a su identidad los ha mantenido alejados del circuito comercial, pero también les ha permitido conectar con oyentes que buscan algo distinto a las fórmulas del pop. «Nuestro sonido no es coreano, y eso está bien», dicen, orgullosos de sonar diferente en un país donde lo distinto rara vez se celebra.
(En imagen: The Hidden Elephant)
Latinoamérica como refugio emocional
Ambas bandas coinciden en una cosa: el vínculo emocional con América Latina. Aunque su impacto local es limitado, ambas bandas han encontrado una inesperada conexión con Occidente. “Conectar con América Latina es emocionante y hasta surreal. Nos encantaría tocar en Chile algún día”, dice Ryan añade además revela que su primer fan latino fue de Chile. Oongbae y Yoon Hyun-bin, baterista de The Hidden Elephant comparte ese entusiasmo comentando que “el interés de los latinoamericanos ha sido un gran estímulo. Sentimos una responsabilidad infinita hacia quienes aman nuestra música, a pesar de las barreras del idioma y la distancia”
Ambas bandas destacan que, aunque el camino independiente no es rentable, sí es profundamente significativo. “No ganamos mucho dinero con nuestra música. Pero queremos ser una banda de rock pura, sin condiciones”, aseguran desde The Hidden Elephant. Ryan, por su parte, lo resume así: “La música es un lenguaje universal. Aunque no entiendan las letras, si sienten lo que tocamos, eso ya es un éxito para nosotros”.
Más allá del éxito
El motor de estos artistas no es la fama, ni los rankings, ni el dinero. Es la conexión humana que se crea en un escenario diminuto, en un bar de provincias o a miles de kilómetros por streaming. Para Ryan, cada espectáculo —por pequeño que sea— se convierte en la prueba de que su oficio vale la pena: “Tocamos con la misma pasión para tres personas o para mil. Cuando el público reacciona, aunque sea un grito o un aplauso, sentimos que todo cobra sentido.”
En esa conexión, la distancia se borra. Plane on Mars recuerda su primera gira fuera de Corea: bares en Hanói y Taipéi donde nadie los conocía, pero, al final de la noche, varios curiosos se quedaban a comprarles un CD y a pedirles una foto. The Hidden Elephant vive algo parecido. Ellos convirtieron esa lucha diaria en canción, Oongbae dice: “Hicimos ‘Honey Badger’ pensando en cómo peleamos en este mundo sin que nadie nos anime. El tejón de miel es pequeño, pero no retrocede. Así nos sentimos nosotros”.
Surcar el camino del indie en Corea del Sur no es para cualquiera. Implica lucha, independencia, perseverancia y fe en el arte como puente. Pero también abre la puerta a un público global que busca nuevas voces y sonidos con alma. Desde Seúl a Santiago, las bandas independientes coreanas están demostrando que hay vida —y mucha música— más allá del K-pop.
Mientras tanto, las dos bandas continúan en salas de ensayo diminutas, alternando trabajos de oficina o clases de música para pagar cuerdas y pasajes. Porque la meta no es llenar estadios, sino mantener viva la chispa que hace que un riff, un grito o un verso encienda la piel de quien escucha al otro lado del mundo.
Para revistar las entrevistas completas, haz click a continuación: Plane to Mars, The Hidden Elephant