Suena el pitazo final del partido, Chile cae 2-0 ante Bolivia como visitante, sepultando así toda chance de ir al próximo mundial de 2026. Los jugadores aplauden cabizbajos a las cerca de 50 personas que llegaron a alentarlos al estadio municipal El Alto. Alexis Sánchez, capitán de la selección, se acerca triste a hablar con la televisión y declara: “Hay que ser autocritico con todo el medio, la ANFP, los jugadores, todo. La generación dorada esta enterrada, solo quedo yo

Por Diego Barrera V.

Hace más de un mes, cuando Chile, matemáticamente aún tenía posibilidades de ir al mundial, el presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), Pablo Milad, anunció el comienzo del proceso de separación entre esta institución y la Federación de Fútbol de Chile (FFCH), hecho que de concretarse, marcaría un antes y un después para toda la industria del balón pie nacional, ya que pareciera ser un paso fundamental en el reordenamiento del fútbol chileno.

La ANFP es el máximo ente rector del fútbol chileno, su directorio dirigido por Pablo Milad desde junio de 2020, sesiona con los 32 presidentes de los equipos de primera división, 16 de la primera A y 16 de la primera B. Este consejo de presidentes toma decisiones clave respecto al fútbol profesional chileno, desde la elección del directorio hasta acordar las bases de los campeonatos y modificaciones a las reglas del juego, sean estas, sanciones, aumento de jugadores en la banca, tiempo de participación de los jugadores Sub-21, cantidad de cambios por partido, jugadores extranjeros por equipo, entre otras. Dichas modificaciones aplican tanto en la rama masculina, femenina o formativa.

La separación de la ANFP y la Federación se viene pidiendo hace años, por parte de varios protagonistas del fútbol chileno, como el Sindicato de Futbolistas Profesionales (Sifup) e incluso por parte de la misma Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL).
De concretarse significaría, en primera instancia, contar con dos directivas y una división de responsabilidades, ya que, si bien hoy la Federación existe, esta vacía de contenido, debido a que Pablo Milad es presidente de ambas organizaciones y en consecuencia la ANFP dirige la Federación.  


De esta forma, y una vez lograda dicha separación, la dirección de la ANFP velaría solamente por los campeonatos nacionales a nivel de clubes y la nueva dirección de la Federación, se encargaría de administrar a todas las selecciones nacionales de Chile. Este nuevo orden permitiría evitar los conflictos de interés y la influencia directa del consejo de presidentes en el funcionamiento de la Federación.

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Sebastián Moreno, expresidente y antecesor de Milad en la ANFP, declaró que, al terminar su administración en julio de 2020, le dejó al actual presidente un borrador enviado por la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), con los requisitos mínimos obligatorios para asegurar una buena dirigencia, como la separación antes mencionada y la creación de una asamblea que integre a todos los protagonistas del fútbol nacional; FFCH, fútbol femenino, árbitros, fútbol sala, fútbol amateur, y fútbol playa entre otros.

Crisis deportiva del fútbol chileno

Hace años que el balón pie nacional enfrenta una crisis deportiva, social y sobre todo económica. Dentro de la cancha, la selección masculina adulta no clasifica a un mundial desde la edición en Brasil 2014, y tras quedar eliminada del certamen de 2026, aplaza una nueva posible clasificación hasta el torneo de 2030, 16 años sin decir presente en una cita planetaria. Es la primera vez que la “Roja” queda fuera de 3 mudiales seguidos por razones deportivas. Mientras que la selección femenina, clasificó por primera vez al magno evento en 2019. No logró sellar su participación para la edición de 2023 y por ende buscará la opción de sacar pasajes al próximo mundial de 2027, cuyas clasificatorias comienzan a fines de este año.

En las divisiones menores, la selección masculina Sub-20 no clasifica a un mundial desde el 2013, edición en la que Chile llegó hasta cuartos de final y cayó frente a Ghana. Ahora dirá presente en el mundial de Santiago 2025, pero gracias a ser el país anfitrión, no a un buen rendimiento deportivo. Los dirigidos por Nicolás Córdova quedaron últimos en el hexagonal final a principios de año, sin chance de ir a la cita mundialista, de no ser porque el torneo se jugará en nuestro país.

Representantes de la crisis

Las actividades deportivas tienen un valor relevante en la promoción del desarrollo social. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconoce que el deporte contribuye a hacer realidad los objetivos en materia de salud, educación e inclusión social. Esta base es la que exige la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) a los países latinoamericanos y del Caribe en cuanto al desarrollo del deporte y la competencia.

Alexis Sossa, magíster en sociología de la Pontificia Universidad Católica de Chile e investigador de la sociología deportiva, considera que la percepción de fútbol ha cambiado en la sociedad, que se ha dejado de ver como una pasión y ha pasado a ser visto como un producto.

Cambio que comenzó en nuestro país en el momento de la llegada y posterior regulación de las Sociedades Anónimas Deportivas (S.A.D.P).

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Es sabido ya, las múltiples relaciones entre presidentes y dueños de los clubes con agencias de representación de jugadores y jugadoras. El caso más conocido es el del representante Fernando Felicevich y la conexión entre Universidad de Chile, Huchipato y Deportes La Serena. De igual forma, no se queda atrás la relación entre Christian Bragarnik con los clubes Unión La Calera, San Luis de Quillota y Audax Italiano.

Estos vínculos provocan la llegada y salida de jugadores, técnicos y directivos basados en las relaciones exclusivas de las agencias de representación, quienes manejan todo en los clubes del deporte nacional. Es más, los representantes tienen control alrededor de un tercio de los clubes nacionales, hecho que genera verdaderas alianzas dentro del consejo de presidentes. Este es uno de los motivos por los cuales se está llevando a cabo la discusión en el congreso respecto a la modificación de la ley 20.019 de regulación de las S.A.D.P, promulgada en mayo de 2005 ante los cambios de los equipos nacionales a usar esta nueva denominación. Actualmente, de los 32 clubes de fútbol profesional en primera división, 30 son sociedades anónimas y solo 2 son corporaciones, aquí destaca el trabajo de Cobresal y Curicó Unido. Ambas instituciones son propiedad de sus socios y no se rigen por el modelo de inversión y administración de las S.A.D.P.

Francisco Sagredo, periodista deportivo y escritor, ha seguido por años la administración de la ANFP, según su opinión, cuenta donde recae la crisis que vive el fútbol chileno: “El problema no son las sociedades anónimas, que están en su derecho de hacer negocio inmediato. El cáncer de este deporte es el consejo de presidentes de los clubes, donde la mayoría de sus integrantes no piensan en un desarrollo integral de la industria”.

Imagen de ANFP

El consejo de presidentes está controlado por las agencias de representación. ¿Por qué? Porque estas les dan la oportunidad de generar negocios inmediatos, como traer jugadores por cifras millonarias y obtener comisiones de sus contratos. Por esto, son clave las relaciones entre clubes de una misma agencia de representación o representante, instituciones entre las cuales el flujo de futbolistas, técnicos y directivos es muy común.

Esto se suma al negocio que representa el Canal del Fútbol, hoy en manos de TNT Sports. El mes pasado, la Corte Suprema confirmó la histórica multa que deberá pagar el canal por “abuso de posición dominante” en el mercado dado su monopolio respecto a las transmisiones de partidos. 28 millones de dólares deberán pagar por sus practicas y rentas abusivas. Aún así, este negocio es el que mantiene vivo al fútbol chileno y que, de no existir, llevaría a la mayoría de los clubes a la quiebra.
La deuda tributaria de los clubes chilenos con el fisco se arrastra desde hace 20 años, deuda que nace a raíz de las modificaciones laborales de la época, las cuales implicaron nuevas reglas en la relación contractual de los futbolistas profesionales con sus empleadores. He aquí una de las explicaciones del buscar el negocio rápido.

 

El fútbol chileno no vende

“El producto fútbol, está desvalorizado, queda atrás en la industria del entretenimiento. La experiencia del estadio es mala, muchos partidos de bajísimo nivel, precios altísimos e inseguro para la familia”, dice Rodrigo Goldberg, exfutbolista y exgerente deportivo de Universidad de Chile. Esto conecta a la perfección con los casos recientes de incidentes dentro de los estadios del fútbol chileno. El primero de este año sucedió el 16 de marzo, cuando hinchas de Deportes Iquique invadieron el terreno de juego ante la derrota contra Unión Española. Similar es el caso de Colo-Colo el pasado 10 de abril, en donde en medio de incidentes a las afueras del estadio Monumental, dos hinchas fallecieron. Posterior a esto, se realizó una invasión a la cancha en medio del partido entre el cacique y Fortaleza, encuentro válido por la CONMEBOL Libertadores. Por último, el martes 13 de mayo, en medio del cotejo entre Universidad de Chile y Carabobo por la CONMEBOL Libertadores, un grupo de hinchas provocó daños en la infraestructura del Estadio Nacional y traspaso en un sector del recinto.

Imagen de TyC Sports

Goldberg además sostiene que los clubes no sacan nada con invertir y desarrollar sus series inferiores si desde arriba no existe un plan, y que la ANFP no le ha dado mucho interés al fútbol formativo. En septiembre de 2024, niños, jovenes y apoderados llegaron en masa a protestar a las afueras de la ANFP, dado el rumor de la posible eliminación de las categorías sub-13 y sub-15 del fútbol formativo, bajo la justificación de no contar con fondos para financiar tantas divisiones. Esto no sucedió, pero sí se implementaron cambios en los torneos juveniles de 2025.

La Copa Futuro, torneo de fútbol formativo donde participan las series juveniles de los equipos de la Primera División y de la Primera B, se está jugando durante el primer semestre de 2025. Se organiza en 8 grupos de 5 equipos agrupados geográficamente, con 4 rondas de partidos ida y vuelta. Decisión que Pablo Milad confesó, se acordó para ahorrar recursos en el financiamiento. Sin embargo, esta nueva implementación lo único que hace es perjudicar al desarrollo de los jóvenes, enfrentándolos constantemente con los mismos clubes, e impidiendo la competitividad, sobre todo en los clubes de regiones que no pueden tener el roce constante de competir con los mejores equipos de la capital.

¿Generación dorada?

Es evidente que, si no se le da cabida al fútbol formativo, este no producirá frutos. El más claro ejemplo es que dada la mencionada deuda y quiebra de los equipos chilenos durante la primera década de siglo XXI, los clubes no pudieron traer jugadores desde el extranjero. Y se tuvieron que enfocar en el desarrollo local, es aquí donde jugadores como Arturo Vidal, Alexis Sánchez y Gary Medel dieron sus primeros pasos.

Ahora, si vamos lo estrictamente deportivo, todas estas aristas explicarían el pésimo presente de la selección chilena adulta, donde la mayor preocupación es la falta de jugadores capaces de conformar una nueva gran generación de deportistas. La “Roja” quedó fuera del próximo mundial de 2026, restando aún por jugar 2 partidos de las clasificatorias, recibir a Uruguay y Brasil como visitante. Sin director técnico, tras el despido de Ricardo Gareca, la selección marcha última en la tabla, rendimiento que recuerda a la peor clasificatoria de Chile camino a la cita mundialista de Corea-Japón 2002.

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¿Se logrará la separación?

Sebastián Moreno, además de liderar la ANFP, trabajó como secretario general de la Federación entre enero de 2016 y enero de 2019, donde su labor fueron las relaciones internacionales. Este cargo le permitió observar cómo funciona el resto de las asociaciones en el mundo. Concluyó que Chile está muy lejos de poder tener una mejora cuantitativa y que la gestión de las selecciones nacionales no se debe ver afectada por los intereses privados de los clubes que componen la asociación.

El representante de todo país frente a Conmebol, es el presidente de la Federación, no el presidente de la ANFP. Cada representante, como Pablo Milad, recibe un sueldo de US$20.000 mensuales por ser miembro del comité ejecutivo de la confederación. Aquí uno de los miedos del consejo de presidentes, ya que, de existir otro nombre al mando de la Federación, perderían el acceso al dinero desde Conmebol.

¿Quiénes votarán por la separación?

Gustavo Huerta, periodista deportivo, escritor y seguidor de la historia de la ANFP recuerda un ejemplo de lo que sucede cuando se intenta quitar poder y dinero a los presidentes del fútbol chileno: “Recordemos que Harold Mayne-Nicholls propuso su idea de repartir de manera equitativa las ganancias del fútbol chileno y los clubes lo sacaron del cargo”. Todo esto previo a las elecciones presidenciales de 2011 en la asociación.

Caso similar sucedió con el expresidente Moreno, que al investigar la propiedad de los clubes provocó la serie de acontecimientos que terminaron con su salida de la ANFP en julio de 2020. En ese momento Moreno acusó ser víctima de un golpe de Estado.

Recientemente, Pablo Milad anunció que al término de su periodo como presidente estaría casi realizada la separación, es decir, antes de 2026. Proceso que está siendo llevado a cabo por la empresa Ernst & Young con supervisión de la FIFA. Tras la eliminación de Chile, Milad se mostró abierto a la posibilidad de adelantar las elecciones de presidente de la ANFP, hecho que depende del consejo de presidentes. Esto se haría con el fin de de armar de mejor manera el próximo proceso de cara al mundial de 2030 y para garantizar que el nuevo director técnico nacional sea escogido por la directiva que estará los próximos 4 años al poder.