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La pandemia ha significado cambios en diferentes aspectos de la vida cotidiana y la educación no ha sido la excepción. El grupo de los preescolares ha sido uno de los más perjudicados, ya que en esta etapa es donde desarrollan gran parte de sus habilidades sociales, y las clases virtuales no han permitido una evolución adecuada de estas.
Por: Ignacia Vega y Sofía Fuentes
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El ABC de las habilidades sociales
Las clases presenciales fueron suspendidas el 15 de marzo en nuestro país debido a la pandemia. Y hasta la fecha según datos del Ministerio de Educación, solo 880 establecimientos han podido poner en marcha el plan del gobierno “Paso a paso, abrir las escuelas.”
Sin duda la modalidad online ha presentado obstáculos y cambios tanto para profesores y profesoras, como estudiantes y apoderados. En el sector de los más pequeños, la educación online ha tenido implicancias específicamente en el desarrollo de las habilidades sociales. Las habilidades sociales inician desde el nacimiento, explica la psicóloga Francisca Lagos. E identifica tres fases; la primera en los años iniciales de vida donde el niño mantiene el foco en sí mismo y prima la reflexión. Luego el infante comienza a involucrar a otros pero en un juego individual, donde cada niño “vive su propio mundo” pero acompañado. Y finalmente una actividad colectiva donde los niños experimentan directamente la sociabilización e interacción con sus pares en una dinámica de negociación y construcción de ideas en común.
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Uno de los problemas que detectan las educadoras entrevistadas de las clases online, es que los niños no han logrado establecer vínculos entre pares. Al comunicarse a través de pantallas no han conseguido relacionarse más allá de una conexión con la educadora. Esto podría tener consecuencias en las etapas posteriores a la infancia, del modo relacional individual e interpersonal. En la etapa parvularia se trabaja la sociabilidad, comunicación y la gestión de emociones.
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En la etapa parvularia se trabaja la sociabilidad, comunicación y la gestión de emociones. De acuerdo a la educadora Cecilia Vuletich, del colegio Andrée English School “si un niño no aprende… va a tener un concepto negativo de sí mismo, y por tanto va a tener una autoestima baja. Y ese problema no va a quedar en la infancia, sino que va a ir más allá y esto gatilla especialmente en la adolescencia”
La realidad del aula virtual
Según la información recolectada por el Ministerio de Educación, este año 385.662 niños están inscritos en educación parvularia. Sin embargo, no existen datos de cuántos de esos niños han podido acceder a educación online.
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La realidad de las clases online ha significado incluso la invención de un nuevo lenguaje y normas. La profesora Fabiola Osorio, del colegio Matilde Huici Navas, explica cómo han diseñado nuevas formas de saludarse. Antes existía una dinámica donde los niños elegían cómo quieren ser saludados; con un abrazo, un beso, un choque de manos entre otros, ahora a través de una infografía la profesora ha inventado nuevos saludos como el militar, el apache, saludo de codos. Todos gestos que se pueden realizar a través de la pantalla.
Las normas del aula también se han modificado, pasaron de enseñarles sobre mantenerse sentados en su puesto a buscar un entorno cómodo dentro de la casa, de guardar silencio a apagar el micrófono, de levantar la mano para hablar a seleccionar el emoticón de mano alzada.
Las profesoras entrevistadas señalan que los niños se han adaptado rápido pero lamentan la pérdida de contacto físico entre los alumnos con sus pares. A esto se le suma la baja en la asistencia de los niños a las clases virtuales, por no disponer de un adulto que los acompañe con los aspectos técnicos computacionales.
Cecilia Vuletich, profesora del colegio Andrée English School, reconoce que como educadora, ella y sus colegas han modificado radicalmente las estrategias de clases pero declara que su esfuerzo no es suficiente. Requieren que los apoderados en casa refuercen la capacidad socializadora de los niños a través de actividades con pares u otros individuos que no sean del núcleo familiar, en línea o presencial dentro de los posible.
El juego es un asunto serio
María José Cassals, psicóloga clínica infanto juvenil y educacional de la Universidad Andrés Bello explica que “el juego es el lenguaje de los niños”. A diferencia de los adultos que se comunican a través del habla, los preescolares lo hacen utilizando el juego como vehículo. Por esta razón advierte que es fundamental que los padres manejen el juego como una herramienta para incentivar la evolución de las habilidades sociales de sus hijos.
Con el fin de apoyar a los padres en tiempos de pandemia, el Ministerio de Educación y la Subsecretaría de Educación Parvularia desarrollaron la aplicación “Contigo Juego y Aprendo”. En esta los usuarios pueden acceder a lecturas de cuentos en línea, videos interactivos además de guías enfocadas en los apoderados para orientar el aprendizaje de los niños en casa.
Aquí puedes visualizar un video explicativo de la app contigo juego y aprendo https://parvularia.mineduc.cl/contigo-juego-y-aprendo/
Mamás y Papás:
Las clases online no ha sido el único ámbito que ha sufrido modificaciones. La mayoría de los padres cuyos hijos asisten a un aula virtual también están realizando tele trabajo y a esto se le suma las tareas domésticas que requiere mantener un hogar. Es así como la tecnología se ha convertido en la “niñera moderna”.
La psicóloga Francisca Lagos de la Pontificia Universidad Católica recomienda explicar a los niños la situación excepcional que está pasando por el COVID-19, y que esta es la razón por la cual pueden usar aparatos electrónicos más tiempo de lo normal. Lagos recalca como psicóloga y madre, que los adultos no deben ser tan críticos con ellos mismos ya que estamos en una crisis y el actuar correcto es desconocido para muchos.
Lo importante, señala Francisca Lagos, es utilizar las tecnologías como una herramienta que mantenga unidos a los niños de familiares y en contacto con otros niños, para que así no pierdan la opción de desarrollar habilidades sociales en caso de que inicie otra cuarentena.
