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El archipiélago de Chiloé se ha ido transformando en un destino turístico para miles de personas que buscan escapar de su rutina. De hecho, el año 2019 fue declarada como zona ZOIT, es decir una zona de interés turístico. Sin embargo, este destino soñado oculta una crisis ambiental no resuelta y de la que muy pocos están al tanto.
Por Asunción Schazmann y Marcelo Águila
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En las comunas de Quemchi, Quinchao, Quellón, Queilen, Dalcahue, Chonchi, Castro, Ancud, Puqueldón y Curaco de Vélez, se encuentran los vertederos donde se depositan la basura de toda la provincia de Chiloé. Pero, la mayoría de estos están en estado de irregularidad, ya que no poseen una calificación de resolución ambiental vigente.
El 13 de abril de 2019 se declaró Alerta Sanitaria en la provincia, porque el espacio de disposición final de residuos en Ancud estaban colapsados y la comuna no tenía en donde depositar su basura. Este hecho destapó una crisis en torno a los residuos que se estaba gestando hace por lo menos diez años en toda la provincia.
Incluso, desde la Municipalidad de Ancud indicaron que necesitaban el acompañamiento y la ayuda del Estado. “Hoy día estamos en un problema que no lo podemos solucionar solamente nosotros como Municipalidad y que necesitamos el acompañamiento y la ayuda del Estado. En este caso del gobierno encabezado por nuestros intendentes”, indicó el alcalde de Ancud, Carlos Gómez.
El Decreto 189 del reglamento sobre rellenos sanitarios señala que los espacios de disposición final de la basura que no cumplan con las exigencias que debe tener un relleno sanitario tendrán un plazo máximo de un año para presentar ante la autoridad sanitaria un plan de adecuación. De no presentarlo o no aplicarlo se entenderá que operan fuera de la ley.
El abogado Francisco Amenábar, quien se desempeña como director legal de ENAP, indicó la importancia de tener una resolución de calificación ambiental: “Lo que se debió haber hecho es haber ingresado en el sistema de evaluación de impacto ambiental una solicitud para tener esta resolución de calificación ambiental”.
La gran mayoría de los vertederos de Chiloé deberían haber cerrado y no lo han hecho porque no hay otro lugar donde disponer la basura. Para Sara Montoya, jefa de la oficina de Medio Ambiente de la Municipalidad de Ancud, una de las personas más responsables en este conflicto es la ex Seremi de la Región de los Lagos, Scarlett Moltt: “…con toda la información, sigue entregando resoluciones de funcionamiento de los vertederos para ahorrarse un problema mayor que sería buscar una solución en conjunto o encontrar otro lugar”.
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Basura acumulada, riesgo de malos olores, infecciones o aparición de roedores. Ese ha sido el panorama desde que se instaló el relleno sanitario en Puntra el Roble, sector que queda a metros del Río Chepu. Así lo señalan los mismos vecinos del sector.
“A mí me daña enormemente, me duele. Porque se lo que va a producir, el daño ambiental que va a producir en mi localidad”, enfatizó Yolanda Robles, vecina del sector Chepu.
“Esto lo hicieron a espaldas de todos, por eso que la comunidad está igual afectada”, indicó Carlos Soto con respecto al vertedero ubicado en Puntra el Roble.
Así mismo, Harry Jürgensen, intendente de la región de Los Lagos, indicó que el conflicto de la basura en Puntra el Roble es un tema que se debe solucionar prontamente: “Y la solución definitiva sigue pasando por un modelo de relleno sanitario provincial, es decir, debemos seguir viendo la posibilidad de tener en un tiempo relativamente corto. No deberíamos hablar más allá de dos o tres años”.
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Para Vanessa Durán, quien es bióloga, la ubicación del vertedero en Puntra es un problema evidente para toda la comunidad. Y en especial para la flora y fauna de la zona en que se ubica dicho proyecto, afirmó: “No es posible que puedan convivir en este caso un vertedero con un humedal que está destinado a ser santuario por, justamente, el objeto de conservación que es el agua. Entendiendo que en este caso ya ha sido comprobada la contaminación que genera el relleno sanitario a los cursos de agua y la mortalidad de la fauna”.
Las consecuencias a largo plazo van a ser inmensas si no se controlan los lixiviados ubicados en el vertedero y si no se hace algo en torno a la irregularidad de su funcionamiento. Así lo señala el jefe del Centro de Estudio y Conservación del Patrimonio Cultural, Jorge Valenzuela: “Podremos tener prontamente todos los márgenes de los humedales aledaños contaminados por los lixiviados, que son los líquidos que percolan desde un relleno sanitario”.
La inminente presión ambientalista de la ciudadanía y de las distintas organizaciones, obligará a poner en la agenda de los gobiernos regionales un plan de solución a estos problemas. De hecho, desde la ONU volvieron a insistir en la necesidad de cerrar los vertederos y rellenos sanitarios frente al covid-19 por su impacto al medio ambiente con gases tóxicos presentes en el aire y agua.
