Imagen: Ballena muerta por colisión / CIFAMAC |
“No sabemos qué está pasando. En los años que llevamos con CIFAMAC nunca habíamos visto tanta mortalidad de ballenas”, lamentó Ana García, científica y cofundadora del Centro de Investigación de Fauna Marina y Avistamiento de Cetáceos (CIFAMAC). Ya que desde octubre de 2020 la ONG Oceana ha reportado la inédita cifra de 5 ballenas muertas en Mejillones.
Por Gustavo Marín
La científica española, Ana García, ha estado presente en los medios después de una entrevista que tuvo con Mongabay Latam, el 24 de mayo de 2021. En esta afirmó que en los últimos siete meses tres ballenas han terminado varadas muertas en la bahía de Mejillones, debido a la colisión con barcos. La experta en cetáceos actualizó esta información con nosotros en Módulo 2, donde precisó que, tan solo en dos semanas, ya han encontrado dos cadáveres más.
Si bien esta situación es inédita, Ana García ya había advertido de este riesgo en 2019, durante sus estudios de doctorado. Estableció, a base de pruebas científicas, la potencial exposición de choque de las ballenas de Mejillones con los buques mercantes que navegan por el área.
Su teoría se hizo realidad en octubre de 2020, donde por primera vez varó muerta una ballena en la bahía de Mejillones tras colisionar con un barco. Esta fue seguida por otras cuatro en los meses de marzo, abril y mayo de este año. Dentro de los cadáveres que han encontrado, cuatro han presentado evidencia de haber muerto por causa de golpes con navíos y una por enmalle.
Imagen: Científica Ana García con el cadáver de ballena varada en Mejillones / CIFAMAC
Ana García explica que la mayor frecuencia de estas muertes se debe a que ha aumentado el número de las embarcaciones en un espacio que es cerrado y, por lo tanto, las ballenas que se adentran a la bahía tienen gran probabilidad de que sean atropelladas. “La actividad industrial en Mejillones está creciendo muy rápidamente. Cuando llegué había siete terminales portuarios, y hoy en día ya son nueve… y va a seguir creciendo”.
Dentro del riesgo que atentan estas colisiones hacia las especies de las ballenas, la científica aclaró que para las que son más frecuentes, como la ballena jorobada no afecta mucho por su abundancia, pero en el caso de la ballena azul o la franca austral, debido a su limitada población, la muerte de una significa una gran pérdida para la conservación de la especie y, por lo tanto, una consecuencia terrible para el ecosistema.
A pesar de que a finales de 2020, el Gobernador Marítimo de Antofagasta estableció una zona de prohibición de navegación para embarcaciones mayores alrededor de Punta Angamos -una zona importante de paso y alimentación de ballenas -, la cofundadora de CIFAMAC apunta que para aumentar la efectividad de estas medidas, se debe ampliar la restricción de la zona: “Lo que habría que hacer, sería alargarla esta zona de protección donde se prohíbe la navegación de los buques mercantes, y que fuera de tres a cuatro millas alrededor de costa, ahí sí que se protegería el área donde están distribuidas las ballenas”.
Revisa la entrevista completa aquí: