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El interés por el contenido de nutrición y ejercicio en casa causado por la pandemia y el gran aumento en uso de las redes sociales han generado la tormenta perfecta para la aparición de una nueva pandemia, la del intrusismo laboral y profesional en áreas de la nutrición, dietética y de vida sana en Chile.
Por Lucas Brunetti
El intrusismo laboral es el ejercicio profesional por parte de personas que no tienen ni la preparación ni la autorización para desarrollar ciertas actividades profesionales. Muchas personas denominadas influencers, por la cantidad de seguidores que tienen en redes sociales, entregan consejos nutricionales, dietéticos o de rutinas de ejercicios sin ser nutricionistas o kinesiólogos. Un fenómeno que en tiempos de pandemia, se ha hecho más presente que nunca y que ha traído las críticas de nutricionistas profesionales.
Según la encuesta nacional de salud, el 74,2% de los chilenos tiene sobrepeso u obesidad. Sumado a eso, durante la pandemia los chilenos aumentaron en promedio 7,5 kilos, lo que nos posiciona en el quinto lugar de la tabla mundial, superando a México, Arabia Saudita, Argentina y Perú.
A esto se suma que actualmente el 86,7% de los chilenos lleva una vida sedentaria. Si bien organizaciones como la OMS recomiendan que ante esto se debe realizar actividad física para mantener una vida sana, es necesario que antes de hacer cambios repentinos en los hábitos deportivos, se consulte con especialistas. Un paso que muchos chilenos y chilenas deciden saltarse, para poder acudir, en cambio, a sus cuentas de Instagram y Tiktok para encontrar a su influencer favorito seguir sus dietas milagrosas para bajar de peso en poco tiempo y sin esfuerzo. Algo que según nutricionistas profesionales, es simplemente falso.
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Kinesiólogos y profesionales del deporte también reconocen este fenómeno como algo que se repite cada vez más y que también puede traer serias consecuencias para quienes deciden replicar rutinas creadas por influencers. El kinesiólogo y académico de la Universidad Mayor, Guillermo Villagra, afirma que “el ejercicio debe tener su dosis, dosificación e intensidad, por lo que la evaluación previa de un paciente es fundamental, y de no hacerse o hacerse de forma incorrecta puede traer serios riesgos en pacientes sedentarios o con condiciones de sobrepeso y obesidad, y esas evaluaciones no las hacen los influencers, ellos se dirigen a las masas por igual”.
Los y las especialistas le atribuyen culpa a los influencers en la medida que ellos se desprenden de responsabilidades por lesiones o malas reacciones ante dietas de sus seguidores. Sin embargo, los mismos especialistas apuntan el dedo en mayor parte a las redes sociales que no filtran de manera responsable el contenido y la formación de quienes entregan esos contenidos. Incluso algunos profesionales como Facuse, tienen ideas para que las redes sociales puedan hacer un mejor trabajo al respecto.
En esa misma línea se mantuvo el Colegio de Nutricionistas de Chile, el cual ha dirigido todas sus quejas hacia los medios de comunicación masiva, especialmente cuando estuvo de moda el conocido “Método Grez”, uno de los casos más emblemáticos de intrusismo laboral en la nutrición en Chile, debido a la gran popularidad que tuvo y las repetidas ocasiones en las que matinales de la televisión abierta presentaron este método y sus recetas, las cuales no estaban avaladas por el Colegio de Nutricionistas, lo que motivó una gran movilización al respecto.
Es por este fenómeno que los especialistas se unen en el llamado a las personas de siempre informarse lo más posible, de fijarse atentamente en la formación de las personas que siguen y de las cuales toman consejos dietéticos o rutinas de deporte y de siempre comparar esos consejos con una opinión de un o una profesional de la materia para no poner en riesgo su propia salud.
Sobre esto y más conversamos con la especialista Leyla Facuse, revisa la entrevista completa aquí: