Imagen: Nexos Universidad de Lima.

“Con profundo dolor, hacemos público que nuestro padre, Mario Vargas Llosa, ha fallecido hoy en Lima, rodeado de su familia y en paz”, así escribió su hijo, Álvaro Vargas Llosa, a través de la red social X este domingo 13 de abril, confirmando la muerte del autor, ganador del Premio Nobel de Literatura en 2010.

Por Paloma Cárdenas Muñoz

Nacido en 1936 en Arequipa, Perú, el autor creció en una familia de clase media entre Bolivia y Perú. Luego de haber concluido sus estudios en la Academia Militar de Lima, obtuvo una licenciatura en Letras y comenzó con sus primeros pasos en el periodismo.

Su primer libro, «Los jefes», fue publicado en 1959 y le consiguió el Premio Leopoldo Alas. Sin embargo, no fue hasta la publicación de su novela «La ciudad y los perros», en 1963, que cobró notoriedad.

Su prestigio como escritor llegó con su obra «Conversaciones en la Catedral» (1969), y le siguieron «Pantaleón y las visitadoras» (1973), «La tía Julia y el escribidor» (1977), «La guerra del fin del mundo» (1981), «El sueño celta» (2010), entre otras.

En 2010, alcanzó el hito más importante de su trayectoria cuando recibió el Premio Nobel de Literatura, el cual obtuvo por su forma de narrar estructuras de poder y «sus imágenes de la resistencia individual, la revuelta y la derrota».

El Legado

Su literatura se caracteriza por explorar temas como el poder, la violencia, el autoritarismo, el deseo y la libertad individual y, gracias a esta, Vargas Llosa formó parte del llamado ‘boom’ latinoamericano junto con reconocidos escritores como Gabriel García Márquez, Julio Cortázar, entre otros. Su obra ha sido traducida a 30 idiomas, y a lo largo de su carrera ha recibido los premios Cervantes, Príncipe de Asturias de las Letras, Biblioteca Breve, el de la Crítica Española, el Premio Nacional de Novela del Perú y el Rómulo Gallegos.

Mario Vargas Llosa posee una obra literaria rica, influyente y profundamente crítica del poder, con una voz política polémica que siempre defendió la democracia y la libertad. Su legado deja la consolidación de un puente entre la literatura, el periodismo, y el pensamiento político.