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Uno de los tantos problemas del alicaído fútbol chileno ha sido el desarrollo de juveniles en los distintos equipos del país. Distintos protagonistas de la actividad cuentan con sus propias palabras cuales son las principales complicaciones para llegar al profesionalismo.
Por: Pablo Marió y José Miguel Martínez
La “generación dorada” no solo le dio a Chile su primer título a nivel de selecciones sino que también llenó de esperanzas a un montón de niños que sueñan con ser los nuevos Alexis Sánchez o Arturo Vidal. Lamentablemente, no todos ellos llegan al profesionalismo. Las razones son diversas, desde la falta de oportunidades hasta causas externas, como el decidirse por estudiar.
El problema de las divisiones menores es particularmente visible en los llamados equipos “grandes” del país, Colo Colo y Universidad de Chile, los que apenas cuentan con jugadores formados en casa, con menos de un 42% de canteranos en el plantel profesional.
Las cifras son aún más crudas si solo se toman en cuenta los jugadores que han participado en más de 10 partidos, en donde los azules tienen tan solo 3 jugadores, mientras que en los albos ese número es incluso más bajo, con apenas 2 futbolistas.
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Caso absolutamente opuesto es el de Universidad Católica, club que cuenta con 18 jugadores de casa en el primer equipo, y ha destacado por ser el principal exportador de jugadores chilenos al extranjero, como fue hace poco tiempo la venta de Benjamín Kusevic al Palmeiras de Brasil, y anteriormente fue Guillermo Maripán, quién fue vendido al Alavés de España hace algunos años. Esto se vuelve aún más llamativo cuando observamos el rendimiento de los cruzados en los últimos casi 3 años del torneo nacional, siendo bicampeón y el actual líder del fútbol chileno, mientras que Colo Colo y Universidad de Chile se encuentran en la pelea por no descender.
Distintos personajes del mundo futbolístico apuntaron cuatro aspectos como los principales factores de las falencias que presenta el fútbol joven nacional, que nos diferencian de países como Brasil o Argentina, dos grandes potencias en lo que respecta al fútbol joven y sus resultados. El entrenador de la selección sub 17, Hugo Balladares, los jugadores Thomas Galdames y Francisco Sepúlveda, y el ex futbolista juvenil, Gonzalo Hernández dieron sus opiniones al respecto.
Los distintos problemas señalados apuntan principalmente a la necesidad de entregarle mayor profesionalismo a las series menores, ya sea a través de mayor competitividad, o mediante mejoras en infraestructuras y remuneraciones. De esta manera, lo que se esperaría por parte de la ANFP, es que se enfoque en entregar tanto a futbolistas como cuerpo técnico y todos quienes trabajan en las series inferiores, mayor estabilidad además de mejores herramientas para llevar a cabo un desarrollo completo y sostenido de los jóvenes que buscan en el fútbol una oportunidad.
Estas mejoras cobran vital importancia ahora porque el fútbol joven lleva casi totalmente frenado desde octubre del año pasado debido tanto al estallido social como a la pandemia del coronavirus, y que ha significado un duro golpe para un gran número de jóvenes que se han visto imposibilitados de seguir sus sueños dentro de la cancha.
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