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Si bien el pop coreano, o K-pop, se originó durante los años ‘90, llegó a la fama internacional en nuestra década. Ahora, artistas de Corea del Sur se han tomado la cabecera de las tablas de reproducciones en YouTube y Spotify en todo el mundo. Sin embargo, la música no es el único producto cultural que se ha masificado este último tiempo, la influencia del cine y de la comida del país asiático también han causado furor en la población mundial, y Chile no se ha quedado atrás en este asunto: cada vez más fanáticos se unen a la tendencia. 

Por Camila Ginouves y Martina Adasme

La llamada Korean Wave o Hallyu, es uno de los fenómenos de difusión cultural más reconocidos de las últimas dos décadas, que ha promocionado la imagen de Corea del Sur sin límites alrededor del mundo. Gracias a la “Ola Coreana” se ha hecho posible un constante flujo de productos culturales provenientes de este país asiático hacia un país al otro lado del mundo, como Chile.

Si bien el K-Pop es el protagonista de este fenómeno, éste ha abierto la puerta a que otros contenidos sean consumidos por el público internacional. Los hoy en día reconocidos doramas, series o películas coreanas, han llegado con gran intensidad a nuestro país y un claro ejemplo de esto es el furor por “El juego del calamar”, serie que se apoderó del ranking en Netflix, alcanzando el puesto número uno en Chile.

A su vez, el incremento del consumo de tanto la industria musical y audiovisual de Corea trajo consigo un interés por parte de su público internacional por adentrarse más en su cultura. Muchos de los fanáticos han visto cómo en sus series favoritas se muestran tradiciones específicas o, también han visto a sus ídolos musicales consumir ciertos alimentos, lo que los lleva a adentrarse en la extensa área gastronómica del país asiático. Y mientras el K-Pop no para de ganar fama a nivel mundial, en las calles de nuestro país se comienza a asentar la cultura popular coreana cada vez más. El consumo musical, los doramas y los restaurantes con comida típica del país, se están haciendo más presentes en Chile.

BTS, BLACKPINK y TWICE son algunos de los nombres que probablemente has escuchado este último tiempo. La visión que tuvieron las industrias musicales coreanas, como YG Entertainment y SM Entertainment, en los idols (término utilizado para describir a un artista musical surcoreano que esté contratado por una agencia) fue la clave de un éxito que rompió todas las fronteras y los llevó a una fama mundial. No es menor la importancia y la popularidad que han ganado las bandas de este género, puesto que los artistas pasan por arduos entrenamientos que pueden llegar a durar años, para poder finalmente desempeñar a la perfección su trabajo de performers en los escenarios. Complejas coreografías, deslumbrantes vestuarios, carisma y belleza, son algunas de las características que representa este género musical tan cotizado actualmente. Y exactamente estas son unas de las mayores claves del éxito: la combinación del canto, con el baile y la actuación. A su vez, debemos sumarles los llamativos videoclips que pasan por un arduo proceso de producción, en el que se incluyen transiciones con impacto, que dan cuenta de una gran armonía musical, coreográfica y estética al mismo tiempo. Desde alcanzar los número uno en las listas de música internacionales a ganar premios que eran impensables para artistas no-occidentales, el K-pop nos demuestra cada día la fuerza de sus fanáticos a nivel global. Chile por supuesto no se queda atrás, no es reciente la llegada del K-Pop a nuestro país, sin embargo, cada día se robustece más. Es así como Chile fue nombrado dentro de los 20 mercados que más comentan sobre K-Pop en redes sociales a nivel mundial, y hasta enero del 2020, Chile aportaba con 41 mil millones de reproducciones a este género en Spotify.

Fuente: Kpop Radar

Puedes revisar aquí la línea de tiempo de los hitos del K-pop

Como se mencionó anteriormente, el K-pop no ha sido el único protagonista de este fenómeno, pues últimamente hemos podido presenciar un aumento en el consumo de productos audiovisuales provenientes de Corea, tales como las series y películas. Si bien la industria cinematográfica coreana lleva varios años en el mapa, sin duda la vemos en su cúspide tras el éxito de Parasite en febrero del 2020, la cual se llevó el galardón más grande con un Oscar a la Mejor Película. Pero, trayendo esto a la actualidad, hoy nos encontramos con la producción “El juego del calamar” como la serie más vista en la historia de la plataforma Netflix, llegando a 111 millones de personas a nivel mundial. Y por supuesto, situándose en el primer lugar del top 10 de Netflix en 93 países. El éxito de la serie en nuestro país se vio reflejado en los cientos de chilenos que lograron que la serie se posicionara como la serie número uno durante 24 días en la plataforma, además de que muchos se vistieron de los personajes para Halloween e intentaron recrear las famosas galletas de la serie llamadas “Dalgonas”.

Todo este afán por la industria del entretenimiento ha influenciado en el consumo de la gastronomía coreana en nuestro país. Podemos ver esto en la creciente “Pequeña Corea”, instalada en el barrio Patronato, causando furor en las calles Río de Janeiro y Antonia López de Bello. Allá podemos visitar diferentes restaurantes, cafeterías y mercados que tienen una variedad de opciones, como el kimchi, que consiste en un plato de col fermentada. El restaurante “Hansoban” es uno de los más cotizados del barrio, y una de las principales razones es por la visita que realizó BTS en 2014 y 2017, en su gira por Chile.

Cartel colgado en el restaurante Hansoban sobre la visita de BTS en 2017.

Aquí puedes ver la ubicación de los restaurantes coreanos ubicados en el barrio Patronato.

En una conversación con el dueño del local, Alejandro Chang, nos hizo dar cuenta de por qué ha sido un éxito la cultura coreana en nuestro país, la cual creemos que es uno de los orígenes de esta masificación:

 

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