El día de ayer, en la Asamblea General de las Naciones Unidas, la Presidenta Michelle Bachelet anunció que enviará el proyecto de ley que prohibirá la utilización de bolsas plásticas en las ciudades costeras de nuestro país, con el fin de evitar la contaminación que éstas producen en el océano chileno.

Según aseguró la mandataria, este plan tendrá un plazo de doce meses, a través del rol activo que deberán tomar las personas en el cuidado del medioambiente y la conservación oceánica. Además, Bachelet aseguró que Chile sería el primero en implementar esta ley en América, haciendo un llamado a los demás países a replicar esta iniciativa.

El Ministro de Medio Ambiente, Marcelo Mena, aseguró que ya son sesenta las comunas que han comenzado con esta iniciativa, y que, al concluir el mandato de la Presidenta Bachelet a fines de marzo, se espera que la ley ya esté aprobada.
La iniciativa propuesta por Bachelet busca crear conciencia civil al respecto de la problemática medioambiental del país, pues tiene sus bases en que sea la misma ciudadanía la que proteja los océanos. En este sentido, los mismos comerciantes serán los actores principales de este proyecto, ya que serán ellos mismos los que deberán restringir la entrega de bolsas plásticas a sus consumidores, teniendo que buscar alternativas ecológicas a la hora de entregar sus productos. Víctor, dueño del minimarket Don Nolo en Pichilemu, cuenta las implicancias que ha tenido esto en su negocio.

Por su parte, los consumidores del sector califican positivamente este paso en el ámbito medio ambiental, asegurando que constituye un beneficio a largo plazo.

Sin embargo, la iniciativa de la presidenta no ha tenido puramente reacciones positivas, pues se ha visto obligada a encontrar posiciones críticas por parte de Greenpeace, ya que en la ONG aseguran que el problema medioambiental es aún mayor, y requiere una implementación más completa.
Según Greenpeace, en Chile se consumen más de 3.400 millones de bolsas plásticas al año. Es decir, ser usan 386.000 bolsas plásticas por hora y cada chileno ocupa en promedio 200 bolsas al año. En fin, es un producto muy utilizado en nuestro país. Entonces, al ser un producto desechable, termina provocando efectos severos en nuestros océanos, donde el plástico representa el 90% de la basura de ellos. En este contexto, tras la Asamblea General de la ONU, el director nacional de la ONG, Matías Asún, calificó la iniciativa de positiva pero contradictoria, afirmando que la presidenta debiera partir por evitar la invasión plástica de las salmoneras en los mares de Magallanes.