Entre septiembre y noviembre de 2017 se contabilizaron 184.3999 extranjeros trabajando en nuestro país, según consigna un informe publicado por la Cámara Nacional de Comercio. De los casi 35.000 inmigrantes que manifestaron trabajar por cuenta propia, más de 7.000 dijeron dedicarse al comercio ambulante ilegal.
Gualden es haitiano, y forma parte de esa cifra. Trabaja como vendedor en la calle para enviar dinero a su familia.
Barrio Meiggs es uno de los sectores de la capital marcados por el comercio ilegal. Cientos de personas caminan de un lado a otro; los gritos de los vendedores ofertando sus productos se confunden en el ajetreado ambiente. La presencia de carabineros alerta a quienes trabajan en las calles aledañas al barrio y Estación Central: rápidamente recogen del suelo los paños sobre los que ofrecen zapatillas, polerones, entre otros productos falsificados.
Los vendedores ambulantes extranjeros predominan en el escenario de Meiggs. El incremento de esta actividad se ha transformado en un problema para guardias y carabineros. Así lo consigna Bernardo, guardia municipal de Santiago, quien afirma que la gente defiende a los migrantes cuando la policía llega a decomisar los productos ofrecidos.
Roberto Polloni, sociólogo experto en migración, dice que hay que entender el comercio informal como una forma legítima de emprendimiento debido a las necesidades de los inmigrantes. Es enfático en mencionar que el problema recae en los municipios.
Desde el sector empresarial, Manuel Melero, presidente de la Cámara Nacional de Comercio, dice que hay un daño enorme para la economía por los productos falsificados que venden los comerciantes ambulantes.
Un vendedor en el comercio establecido paga más de 60 mil pesos de patente a la municipalidad y a esto se agregan los gastos en contadores y talonarios de boletas. Luis Cáceres, comerciante establecido que trabaja en el Persa Estación, comenta que le han bajado en un 50% sus ventas con la llegada de vendedores ambulantes inmigrantes al sector.
El aumento de vendedores ambulantes no solo significa un desafío a los comerciantes legales. Buscando una forma de remediar la situación, la Municipalidad de Santiago implementó el Plan de Comercio Justo que busca erradicar el comercio ilegal del casco histórico de la comuna. El alcalde, Felipe Alessandri incorporó en esa línea a 80 agentes municipales, que se suman a la labor de Carabineros de Chile.
Rodrigo Delgado, edil de Estación Central, comenta el problema que implica el comercio inmigrante ilegal para otros municipios. Espera que con las reformas a la ley de Migración, comunicadas el lunes por el presidente Sebastián Piñera, haya una baja en la práctica de este tipo de comercio.
LOC: Algunos vendedores ambulantes de chileno lucran con el trabajo de los extranjeros. Los mandan a trabajar por las calles sin previo sin contrato legal, durante extensas jornadas y recibiendo sueldos muy bajos. Así opera Luis, que explica cómo es el funcionamiento de estos tratos.
Carl Abilhomme, portavoz de la Comunidad Haitiana en Chile, comenta esta situación que califica como un aprovechamiento que existe por parte de personas que tilda de ladrones y falsificantes de especies los cuales posteriormente a trabajar a haitianos.
Llegar a un país buscando una oportunidad laboral es lo que realizan muchos inmigrantes. El comercio ambulante es en este minuto su primera opción. ¿Tiene Chile una tarea pendiente?