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El día 13 de junio se realizó la segunda vuelta de elecciones de gobernadores regionales, en una elección que prometió ser de ayuda para la descentralización del país. Las 16 regiones de Chile eligieron a quién querían que fuera su autoridad regional y seis meses después, la situación en torno a esta nueva figura política no ha estado exenta de polémicas debido a la figura del delegado presidencial y la forma de implementación de estos dos cargos por parte del Presidente de la República.
Por: Juan Pablo García y Franco Ducret
La descentralización es una tarea que no se ha podido solucionar del todo en Chile. La excesiva importancia que tiene la Región Metropolitana por sobre las demás regiones en el país, sumado al híper-presidencialismo y la alta densidad de Santiago respecto a las demás regiones del país han obligado a repensar la forma que se entiende Chile y sus autoridades.
Es por ello que se implementó el cargo de Gobernador Regional, el cual sería electo democráticamente y sería la autoridad de la región en cuestión. Sin embargo, este cargo no sería el único a cargo de la región, si no que tendría una figura símil, escogida por el Presidente de la República, el llamado Delegado Presidencial. Ambos representantes, uno del pueblo y otro del Presidente se harían cargo de la Región y las proyecciones que estas tuvieran, ambos tendrían distintas atribuciones.
Lamentablemente, la dualidad de cargos no se ha logrado complementar. Según explica Fabian Pressacco, cientista político de la Universidad Alberto Hurtado, el gobierno de Piñera ha entorpecido las atribuciones del Gobernador y le ha intentado dar una mayor atribución a su delegado presidencial. Esta situación puede verse en evidencia con los conflictos que han tenido los gobernadores regionales con los delegados presidenciales, que van desde situaciones simbólicas o administrativas, como el lugar físico que les han dado o desde situaciones mas de fondo, como cuales son las reales atribuciones que tiene cada cargo.
¿Porque han habido tantas diferencias entre gobernadores y delegados presidenciales?, es una pregunta incierta y que no tiene una respuesta definitiva, pero que puede entenderse debido a que en una sola región del país ganó un candidato del oficialismo, por lo que en las 15 regiones restantes los gobernadores son de una linea distinta al actual gobierno. Es así que la idea de que estas figuras tengan más poder puedan chocar con la idea del presidente de seguir teniendo cierto control sobre las regiones.
Ricardo Diaz, Gobernador de Antofagasta, menciona que inicialmente el delegado presidencial tuvo un afán de burocratizar y hacer más lentas las decisiones que se estaban tomando a nivel regional, que quería tener un afán de controlar todo lo que sucedía. Por su parte George Bordachar, consejero regional del Maule, ha manifestado el poco dialogo que existe entre la gobernadora y el delegado presidencial, justamente debido a que son de diferentes líneas políticas, lo que ha generado que exista poca comunicación entre ambos.
La implementación y el afán del actual gobierno de darle mayor protagonismo al delegado presidencial por sobre el gobernador, ha provocado que existan diferencias entre ambos cargos, situación que al principio generó bastantes roces, pero debido a reuniones entre los gobernadores con el Jefe de Estado y con el Ministro del Interior, se fueron solucionando, para darles una cierta autonomía a los gobernadores. En el presente, el delegado no supervisa todas las reuniones de los gobernadores con organismos del Estado, y con esta mayor libertad se han disminuido en partes las diferencias.
Debido a la mala implementación de esta dualidad de cargos, es que se esta proyectando un futuro solo con el gobernador como autoridad regional. Según declaraciones publicas de Gabriel Boric y según la reunión que tuvieron los gobernadores con el candidato Kast, es que ambos proyectan o eliminar definitivamente el cargo de delegado presidencial o de irle quitando atribuciones progresivamente. Sin embargo, la existencia de ambos cargos en sí no es el problema, el problema radica en que se debe delimitar específicamente cuales son las atribuciones de cada uno.