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Mesopotamia, cuyo nombre significa “la tierra entre dos ríos» (Tigris y Éufrates) en griego, actualmente corresponde a Irak, partes de Siria, Irán y Turquía y es una de las principales referencias en el estudio de la antigüedad humana.
Por: Fernanda Arancibia
La civilización de Mesopotamia fue una de las primeras y más importantes dentro de la historia de la humanidad, ya que dio a luz la forma más temprana de literatura escrita de la que se tiene registro. Cerca de 3.000 años A.C, esta civilización desarrolló las primeras formas de escritura: primero pictográfica y fonética, y después cuneiforme. Además de la escritura, Mesopotamia dio inicio a la Revolución Neolítica, el desarrollo de la agricultura y ganadería, transformándose así en un modelo a seguir para el resto del mundo, con invenciones como la rueda, las matemáticas y la astronomía.
Una de las obras más célebres y conocidas, y que ha impactado la literatura y el cine hasta el día de hoy, es el cuento de “Las mil y una noches”, una recopilación de cuentos de oriente con distintas influencias. La narración incluye cuentos, poemas, parodias, leyendas religiosas musulmanas, e historias de amor trágicas y cómicas, entre las cuales se encuentran “Alí Babá y los cuarenta ladrones” y “Aladino”, historias transmitidas oralmente por el maronita sirio Hanna Diyab en París.
Estos cuentos, usualmente presentan a genios, magos, espíritus fantásticos y lugares legendarios que se mezclan con ambientes y personas reales, como por ejemplo, el histórico califa Harun al-Rashid, quien fue el quinto y más famoso califa de la dinastía abasí de Bagdad.
Actualmente, en Irak se pueden encontrar los zigurats, templos característicos de la antigua civilización mesopotámica y los antecesores de las pirámides que conocemos. Gracias a estos, la gente podía sentirse más cerca de los dioses y representaban no solo el esplendor dela ciudad y el poder del príncipe, sino también, la grandeza y eminencia del Dios patrón de cada lugar. De hecho, la famosa «Torre de Babel» se inspiró del zigurat del templo principal de Babilonia cuyo Dios protector era Marduk, sin embargo, los zigurats eran símbolos de sumisión. A diferencia de la Torre de Babel, los zigurats eran altísimas escaleras descendentes que le permitían a la divinidad descender a atender los ruegos humanos, sin que ésta tocara la tierra mortal para evitar que perdiera su carácter divino.
Las ruinas de Mesopotamia, el Palacio de Abbasid en Bagdad, o la Mezquita Imam Alí en Najaf, son lugares históricos que podrás encontrar al visitar Irak.
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