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Mientras la política discute los escaños reservados en el proceso constituyente, en los territorios cuestionan el conocimiento que tienen sobre ellos y manifiestan sus preocupaciones de cara a la votación del 25 de octubre.
Por Rocío González T |
A solo un par de días para el plebiscito del 25 de octubre, la oposición y el oficialismo todavía no llegan a un acuerdo sobre si los pueblos originarios tendrán escaños reservados dentro de un órgano constituyente. Desde Chile Vamos, proponen que se cree un padrón electoral especial, para que quienes voten por candidatos indígenas sean reconocidos como parte de un pueblo originario. En cambio, la oposición plantea que cualquiera pueda votar por aquellos candidatos.
Lamento el fracaso de mesa técnica que busca una fórmula que asegure #escañosreservados para Pueblos Originarios en #ConvencionConstitucional.
El @GobiernodeChile y la dercha insisten en obstaculizar nuestra participación exigiendo.
— Emilia Nuyado Ancapichun (@DEmiliaNuyado) October 20, 2020
Según Nancy Yáñez, abogada especialista en derecho de pueblos originarios, son fundamentales los escaños reservados para las comunidades indígenas en un órgano constituyente, ya que es una fórmula institucional para entablar conversaciones con los distintos pueblos sobre las necesidades específicas que tienen. “Todos, sin excepción, van a poner en el centro del debate el extractivismo en los territorios indígenas y la forma en que esto afecta en la integridad de sus territorios”, comenta a Radio UC.
Sujetos de derecho
Para el pueblo mapuche, el poder espiritual se encuentra en la naturaleza. “Todas las tierras que están en estado virgen tiene un poder espiritual, una fuerza de naturaleza donde habitan espíritus vivos que protegen esos espacios”, cuenta Cristián Chiguay, lonko del Consejo Territorial Indígena de Quellón. Por esta razón, afirma que la Constitución debe establecer derechos para todos los que habitan en el país. “Aparte de los chilenos, hay mucha naturaleza y ese espacio se tiene que proteger. Un resguardo para todos: los seres humanos y los otros seres también”, sostiene el lonko.
Por otro lado, otro de los temas que ha sido mencionado en el debate nacional es el Estado plurinacional. Este consistiría en el reconocimiento de los pueblos indígenas como sujetos de derecho. Sin embargo, Chiguay considera que no es una solución para los problemas de la comunidad indígena, sino más bien, sería un simbolismo.
Otra de las inquietudes de los pueblos indígenas es el conocimiento que tienen los protagonistas del proceso constituyente sobre su forma de vivir. “Nadie de las autoridades nos ha invitado a una reunión para explicarles cuál es el punto de vista de nosotros. Yo he conversado con mi gente, hijos, conocidos, muchos van a ir a votar y no saben para qué”, dice Matilde Pinol, dirigente huilliche de una comunidad al sur de Toltén.
Pinol vive de la pequeña agricultura. Por las cuarentenas en la zona sur del país, no ha podido cubrir todas sus necesidades. Las tres horas de permiso para comprar insumos básicos no le alcanzan para ir al pueblo y volver con lo que necesita para mantener su campo, el cual es su fuente de ingreso. “Las autoridades piensan las cosas detrás de un escritorio, no ven las cosas en terreno. Eso está malo. La gente que trabaja hoy en día como funcionario público, que administran el país, están trabajando mal”, comenta la dirigente huilliche.
Según el Censo de 2017, 12,8% de la población del país se reconoce como indígena. Sin embargo, la Constitución que rige a Chile en la actualidad no reconoce a los pueblos originarios. La abogada Nancy Yáñez afirma que esto se debe a que existen elementos de racismo en el país y rasgos autoritarios en la Constitución que no permiten realizar reformas, como los altos quórums.
Por otra parte, Yáñez afirma que al negar los derechos indígenas, la clase política evita que se reviertan los procesos de usurpación de tierras. “Es la falta de voluntad política. En Chile hay limitaciones y resistencia para extender la democracia por parte de grupos de poder político y económico, que se ha hecho explícito en distintas épocas de la historia de nuestro país”, concluye la abogada.