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El fútbol chileno llegó a su fin por esta temporada, con una noche de emociones intensas el miércoles 20 de noviembre, cuando Universidad de Chile se coronó como campeón de la Copa Chile al derrotar a Ñublense por la cuenta mínima en el Estadio Nacional. Este título es un merecido reconocimiento de la gran temporada que tuvo la U, además que es el primer título que ganan “Los de abajo” en siete años.

Por: Maximiliano Araya.

Universidad de Chile llegó a la final tras superar a Coquimbo Unido en semifinales de Copa Chile, con un marcador global de 1-0, ya que en Coquimbo el partido terminó en empate y en la capital la U ganó. Por otra parte, Ñublense avanzó tras derrotar a Magallanes en una llave más que pareja que destacó la competitividad, con una victoria en Chillan y un empate de visita. La final entre estos dos equipos estaba destinada a ser una lucha, a pesar de no tan pareja, muy emocionante. Ambas escuadras llegaron buscando cerrar el año con un trofeo para sus vitrinas, pero considerando el increíble año de Universidad de Chile era esperable que lo consiguieran.

La final comenzó con un Estadio Nacional prácticamente lleno, ambientado por una atmósfera cargada de emoción. Desde el primer minuto se hizo notar la localía del “Romántico viajero”. Los cánticos de la hinchada estuvieron a nivel del encuentro. Desde el comienzo, ambos equipos mostraron su intención de dominar, cada uno con su estilo de juego. Universidad de Chile apostó por su estrategia de siempre, ofensiva liderada Leandro Fernández, en el centro del campo contó con los tres de siempre, Marcelo Díaz, Charles Aránguiz e Israel Poblete. La principal diferencia fue la ausencia de Fabián Hormazabal, quien partió en la banca debido a que el día anterior había jugado todo un partido por la selección. Ñublense se paró con una sólida defensa compuesta por Campusano, Caroca, Labrín y Bosso, esperando luchar manteniendo el marcador en cero y confiar en la experiencia y calidad de Patricio Rubio para que haga lo que hace mejor, ser un goleador.

El único gol del partido llegó en el primer tiempo, en el minuto 37’. El autor fue Charles Aránguiz y la asistencia del máximo asistidor azul, Leandro Fernández. A pesar del gran esfuerzo de Ñublense por igualar el marcador, incluyendo una ocasión clara protagonizada por Patricio Rubio y un gol anulado de Robinson Manuel Rivera, la U mantuvo la ventaja gracias a una notable defensa y las tapadas decisivas de Gabriel Castellón.

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El momento más comentado del encuentro ocurrió en el minuto 60, cuando Ñublense celebró un gol de Rivera que había igualado el marcador en ese momento. Sin embargo, luego de la intervención del VAR, el gol de la igualdad fue anulado debido a una falta previa en el área. Esta decisión provocó protestas del equipo de Chillán y de su técnico, Mario Salas. Los jugadores, visiblemente frustrados, expresaron su descontento, pero el que destacó fue Patricio Rubio con una frase captada por las cámaras: «Está arreglado, ya perdimos el año». Esta frase no fue sancionada por el árbitro en el momento, pero llegado el final del partido, el “pato” siguió reclamando y culminó con una tarjeta roja en el tiempo de descuento, tras una protesta excesiva hacia el árbitro.

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El arbitraje trajo consigo una oleada de comentarios tanto de analistas como de hinchas de Ñublense, para quienes la intervención del VAR fue excesiva y le quitó al equipo una oportunidad legítima de igualar el marcador. Por otro lado, los hinchas de Universidad de Chile celebraron ganar un trofeo después de siete años. A pesar de ese momento controversial, el equipo de Chillan no tuvo muchas otras ocasiones de ganar, por lo que el resultado final es un buen reflejo, destacando el esfuerzo y determinación de la U.

El técnico de Universidad de Chile, Gustavo Álvarez, dio unas palabras de agradecimiento a sus jugadores y especialmente a la hinchada, la cual fue la más grande y fiel del año, con 39.000 hinchas por partido aproximadamente. Por su parte, Mario “El Comandante” Salas manifestó su decepción con el resultado final, culpando principalmente las decisiones del equipo arbitral, añadió que medidas como las tomadas en la final perjudican al fútbol chileno​

Para Universidad de Chile, esta Copa Chile tiene un significado especial. Además de sumar un trofeo extra a su vitrina, la victoria representa el fin de un periodo oscuro en la historia azul, con unas últimas temporadas para el olvido, algunas incluso en las que casi desciende, representa el resurgimiento para un club que por fin acaba con su sequía de títulos. Universidad de Chile ya tenía su cupo asegurado para la próxima edición de la Copa Libertadores, así que el cupo que da la Copa Chile se fue para Ñublense, que a pesar de no ganar, su premio de consuelo es un pasaje directo a Libertadores acompañando aparte de la U, a Colo-Colo y a Deportes Iquique.